Capítulo 16.

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—¿Oye tía estás bien? —Me preguntó una voz masculina que no conseguí reconocer y que hizo eco por mi cabeza.

Me aclaré la garganta y al abrir los ojos vi como todo daba vueltas a mi alrededor mientras un chico con un gorro de color chillón me miraba confundido. Me incorporé, estaba tumabada sobre el capó de uno de los coches que tenía los altavoces.

—¿Quieres que busque a alguien para que te lleve a casa o algo? O si quieres puedo llevarte yo... -— Se acercó a mí y el olor a alcohol que emanaba solo me dio más ganas de vomitar.

—-Acércate un poco más y te cruzo la cara. Estoy borracha pero no gilipollas. 

Me levanté dolorida dándole una última mirada (aún que no conseguía ni verle la cara con claridad) y caminé hacia el grupo de gente que seguía bailando. La gente que antes estaba bailando ahora se contoneaban cansados mientras algunos estaban tumbados por el gran consumo de drogas y alcohol.

Tenía que buscar a Jayden, me había dejado dos llamadas perdidas.

Cuando estaba por marcar su número escuché un motor acercándose a gran velocidad.

Un grupo de cuatro coches irrumpió en el aparcamiento casi llevándose los coches aparcados por delante, en principio pensé que podía ser la policía, ojalá lo hubiera sido. Toda la fiesta se paró pensando que serían unos borrachos hasta que un escuadrón bajó de cada coche empuñando pistolas. La multitud de gente comenzó a correr al escuchar el primer disparo, mi corazón iba a mil por hora y mi cabeza todavía estaba bajo los efectos del alcohol. Comencé a correr con el barullo de gente hasta que alguien tiró de mi brazo. Era Mich.

—¡Ven, por aquí! —Me sacó de aquella estampida metiéndonos detrás de las naves industriales del polígono.

—¡Qué mierda está pasando? — Pregunté todavía gritando por el miedo y la costumbre del tono de los altavoces.

El rapado me cayó la boca al instante poniendo su gran mano en mi cara y empotrándonos contra una pared que parecía buen escondite. Los disparos seguían a lo lejos continuados por gritos de angustia que me helaban la sangre. No me creía lo que estaba pasando, íbamos a morir.

Mich después de unos segundos en silencio analizando la situación agarró el móvil que tenía en la chaqueta. Me amenazó con que no hablase en lo que hacía una llamada.

—¿Dónde estáis? ¿Estáis todos bien? ..... Si, está a salvo.... No, no la han hecho nada, yo estoy bien gracias por preocuparos  —Susurró casi enfadado. —Estamos detrás de una de las naves industriales, ¿y vosotros?.... Vale, vale está bien..... La policía no tardará en venir tenemos que salir de aquí como sea... vale... mandarme la ubicación.

Colgó y siguió mirando al móvil. Me estaba empezando a desesperar.

—¿Quién era?

—Jayden.

—¿P..Por qué ya no se escucha nada? —Pregunté comenzando a llorar del miedo. —¿Y si nos encuentran?

Me temblaba el cuerpo entero y mi corazón estaba a borde el colapso. La idea de cuatro tíos con pistolas buscando a gente por el polígono me hacía hiperventilar de la angustia.

—Escúchame, sé que tienes miedo pero tenemos que ir hacia dónde están cuanto antes, tengo la ubicación.

Negué con la cabeza sin poder moverme del pánico.

—Sólo tenemos que caminar un poco por los callejones y enseguida llegaremos.

— N..No sé si voy a poder Mich.

—Escúchame. —Me puso las manos en los hombros mirándome a los ojos. — Yo también estoy acojonado pero si vamos rápido saldremos antes de aquí.

COMERTE ENTERA © +18  (Aún En Desarrollo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora