Los días fueron pasando, y con ellos la gripa, aunque la condenada tos parecía no querer salir de su sistema, pero no había nada de qué preocuparse.
¿O sí?
Heather, como era de esperarse, se volvió popular casi enseguida. Era como si quien la viera se hiciera preso de sus encantos por voluntad propia, y el grupo del rubio no había sido un excepción. Empezó con Sasuke, en quien la chica parecía tener una extraña fijación, y luego se fue extendiendo. Ahora era una parte casi esencial de su grupito de amigos, y él parecía ser el único a quien no le agradaba Heather. No sabía por qué, pero todo de ella le parecía falso. Esas risas robóticas, o gestos premeditados. Sentía que la chica interpretaba un papel todo el tiempo, y que tarde o temprano la personalidad del verdadero actor saldría a la luz.
No quería estar presente cuando la bomba estallara.
Soltó un suspiro, intentando salir de sus pensamientos. ¿Por qué últimamente se enfrascaba tanto en ellos? Ni siquiera pensaba antes de hablar.
Su vista se desvió hacia su mejor amigo que recién llegaba, sentándose en el puesto vacío junto a él. La ventaja de llegar temprano era que el salón estaba casi desierto y no tendrían que preocuparse por el dueño del escritorio.
—El puesto que te tocó es horrible. Me sorprende que no se haya roto aún.
Una vena se marcó en la frente del rubio. Ni siquiera había terminado de sentarse para empezar a insultarlo. ¿No podía al menos darle los buenos días?
—"Hola Naruto, ¿Cómo amaneciste? ¿Te mejoraste de tu gripa?" —una vaga imitación del Uchiha salió de sus labios, haciendo gestos exagerados y una voz demasiado chillona—. Hola Sasuke. Sí, gracias por preguntar. Que buen amigo eres —agregó con fastidio antes de sacarle la lengua.
Ahora el indignado era otro.
—¿Esa es tu mejor imitación de mi? Así ni siquiera suena mi voz, dobe.
—Teme.
—Inmaduro.
—Amargado.
—Oxigenado.
—Estreñido.
—¡Imbécil!
—¡Tarado!
—¿Interrumpo algo?
Ambos chicos giraron hacia la voz que había detenido su pelea. Heather los miraba a ambos, expectante, y con una leve sonrisa divertida.
"¿Qué tu puesto no queda junto al de Sasuke? Ve a joder la vida por ahí y déjame pelear en paz con el teme"
—No, nada importante.
Naruto miró a Sasuke ofendido, quien le dedicó una mirada de "esto no ha acabado" antes de dirigirse a su puesto siendo seguido por la fémina. El profesor recién llegaba. Eso le fue suficiente al rubio, para quien eso, de alguna forma, había significado una victoria. No sabía si contra la odiosa o contra el tarado, pero al fin y al cabo una victoria.
[ . . . ]
¿Se acuerdan cuando Naruto dijo que lo que más odiaba era física? Bueno, mintió. Lo que más odia es tener un perro faldero que atrae las miradas de todos cada que intenta tener una conversación normal con su mejor amigo. ¿Es qué no podía separarse de Sasuke ni por un minuto? ¿También lo seguía al baño o qué?
Si, bueno... la verdad no quería saber eso.
Lo peor del caso era que Sasuke últimamente parecía prestarle más atención al jodido perro faldero que a él, y decir que no le molestaba no era más que una vil mentira. No encontró más forma de liberar sus pensamientos que hablar con sus mejores amigas.
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𝐇𝐞𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫
FanfictionNaruto no pudo saber cuando todo había empezado, mucho menos como, pero sí sabía que las cosas se estaban saliendo de control. ¿Qué si estaba en sus planes aquella atracción que llegó de repente a sacudirlo y poner de cabeza su mundo? No, obviamente...