𝐋𝐚 𝐑𝐞𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚

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El Tanac de Tahison
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ATZIN

Las imágenes de este vecindario pasaban de manera tranquila a través de la ventana del auto de Allen.

No sabía que a las afueras de ciudad existiera este tipo de ambiente, el alcalde se encargaba de dar una apariencia de perfección y satisfacción social que esto era casi un escenario postapocalíptico, las casas estaban en pésimas condiciones, los jardines públicos tenían más hierba seca que la ciudad en otoño.

El camino hacia el susodicho padre Adán fue silencioso. Danner iba de copiloto tarareando las canciones que ponían en la radio muy tranquilo, por otro lado Allen iba conduciendo muy callado, aunque de vez en cuando cruzábamos miradas por el retrovisor.

Recordar lo del beso era recordar su rostro, ambos me tomaron por sorpresa. Ambos llenaron mi mente de bonitos recuerdos y a la vez dudas, pero al menos, estas dudas eras las típicas de una chica universitaria, y no de una persona que acaba de descubrir que fue secuestrada.

—Llegamos

Nos detuvimos bajo las escaleras de una iglesia que parecía abandonada por las hojas secas que estaban desparramadas por el jardín, había juguetes rotos abandonados en la jardinera, las paredes tenían un acabado en piedra característicos de una arquitectura barroca.

— ¿crees que Adán quiera cooperar por las buenas?

— Sigue sintiendo cierta culpa por lo de Jennie, así que creo que sí.

—Ahg, ¿no todos podemos ser los perfectos hijos de Dios, cierto?

—Entremos

Entramos a la iglesia, todo estaba en penumbras algunas luces que iluminaba las columnas de la infraestructura.

El eco de nuestras pisadas retumbaba entre las paredes de piedra y el techo alto con una cúpula y algunas ventanas de vidrio en la base del domo.

—¿Que quieren jóvenes vándalos?

El eco de una potente voz me hizo detener de golpe y por el susto que me causó di algunos pasos hacia atrás tropezando con mis propios zapatos, por suerte Allen, quien estaba atento a nuestro movimientos, deslizó su brazo por mi espalda brindándome más seguridad que soporte, ya que yo misma me pude estabilizar.

—casi le provocas un infarto a Atzin, ten más cuidado. 

—Tranquilo pequeño dragón de comodo, tu pequeña novia no se morirá por un susto. 

Un hombre joven y bastante apuesto apareció por detrás del altar rodeando el presbiterio, se veía animado por el tono de su voz, la camiseta negra que llevaba se mercaba en sus brazos y pectorales.

Me detuve un momento para analizarlo mejor, es alto, una barba suave y bien cuidado, tenia pequeñas arrugas en los lados de sus ojos, esto denotando su edad, no es viejo pero si lo suficiente para dar consejos de vida a los jovenes; sus manos eran grandes y un poco gruesas, sus brazos estaban cubiertos por una capa de bello al igual que sus manos.

—No babees, se te nota a kilometros.

Allen se separó de mi y se acercó al que ahora se es el padre de esta iglesia.

—Adán

—Allen

Adán recibió a Allen con los brazos abiertos y se hundieron en un pequeño abrazo.

—Me alegra que vinieran a visitarme

Danner se abalanzó sobre el padre para poder saludarlo con un abrazo de igual manera, pero de manera más efusiva.