𝐋𝐚 𝐑𝐞𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚

Capítulo 2

¿Qué está pasando?

Atzin

—¡Atzin Méndez! — gritó mi querida madre furiosa—¿Cómo se te ocurre llegar a esas horas a la casa? — preguntó de manera "razonable" mientras amenazaba con lanzar hacia mi dirección su zapato de doctora, que básicamente es una Crock.

—Pero querida madre, llegue a la hora normal de salida de mi trabajo. Además, estamos en verano y en vacaciones tengo permitido llegar hasta las once de la noche. — trate, muy miserablemente, de calmar a la fiera que lleva en su interior.

—Eso es cuando llegas de la universidad— me recordó y mi plan de apaciguarla se fue como el desayuno que planeaba embutirme — de todas maneras, Xoco me mandó un mensaje cuando tu última reunión terminó y me dijo que no podría acompañarte, y cuando llegue de mi turno del hospital a las once y media tu aun no llegabas.

¡Xoco traidor!

—Tranquila mami linda, me pase a comprar algo antes de venir, ya sabes, como salí antes de lo previsto ...— dejé las palabras al aire con la esperanza de que mi vaga explicación le sirviera para dejar de indagar sobre el tema.

En ese momento tocaron el timbre de la casa.

Gracias Dios, salvada por la campana.

—Ve a ver quién es, grita si necesitas ayuda. — dijo mientras se iba sonriente a la cocina.

¡Oh!, la madre del año. Podrían ser unos alienígenas o pandilleros.

En cuanto abro la puerta me sobresaltó la horrenda cara que vi.

—¡Mamá un alíen! —grité... por el simple hecho de que lo único que vi fue algo feo, o más bien alguien...

—wow, eres ruidosa hasta en tu propia casa, ¿eres igual en la cama? — dijo Danner pasando de largo y entrando como si esta fuera su casa.

—¿sabes?, tu casa es al frente. — dije mirándolo mientras cerraba la puerta.

—¿sabes?, tu gritas muy fuerte, si algún día te llegan a secuestrar estoy segura de que lo podría oír desde mi casa e iría a rescatarte— dijo acercándose y al final acarició mi mejilla.

—Quita torpe— le di un manotazo — ¿qué quieres? — dije ya harta de su actitud.

Nuevamente me ignoró y se dirigió a la cocina.

No me molestaba ni incomodaba la actitud tan galante de Danner, lo considero mi mejor amigo, por lo que entiendo su tipo de humor y sé que no intentaría nada mas que una buena y divertida amistad entre nosotros.

Este maldito bicho.

—Buenos días, señora Méndez. — saludó a mi madre con una sonrisa galante— ese homelet se ve delicioso— le dedicó una sonrisa de inocencia que, por obvias razones, cautivó a mi débil progenitora.

¡Mama!, ¡no caigas en su hechizo!

—Quédate a desayunar con nosotras, querido. — le dijo con esa sonrisa de comercial— de todas maneras, debe haber una razón por la que estás aquí, ¿verdad? -

—Usted siempre tan intuitiva. Mi padre dijo que hoy no es necesario que Atzin vaya a la empresa, y vine a dar el mensaje.

—No me llegó ningún mensaje de la empresa.

—Si, fue algo imprevisto. — se detuvo por un momento— Habrá una visita de los gerentes de las sucursales de otras ciudades. Por lo que hoy no habrá movimiento en la empresa.