Capítulo 3

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Metida en problemas

Atzin

El impacto de la fuerza del bate de aquel sujeto era tan fuerte que hizo volar nuestro palo de metal de las manos de Danner.

Nos jodimos.

¡¿Como se supone que saldremos de esto?!

Solo un milagro nos salvaría.

Y el milagro llegó como una explosión.

Literal

Un auto que se encontraba a unos metros de nosotros explotó, distrayendo al grandulón que nos quería azotar con su bate.

Agarré a Danner de su brazo — ¡Corre! - y lo jalé al callejón al que estábamos en un inicio.

Desde ese callejón teníamos una buena vista de lo que sucedía en nuestro alrededor.

Unos hombres vestidos de negro, con unas mascarillas negras cubriéndoles las caras, unos guantes de cuero y unas pistolas, para nada normales.

Esto se está poniendo raro... ¿Guerra de pandillas?, en pleno centro de la ciudad, no tiene sentido.

Me giré para ver si la niña estaba bien —Pequeña, ¿Como te llamas? — traté de darle una sonrisa tranquilizadora.

y tratar de cubrir es catastrófico escenario estuviese pasando atrás de mi cuerpo.

—Liana...me separé de mis padres cuando las personas empezaron a correr. — explicó

—No te preocupes, te sacaremos de este lugar.

Me giré hacia Danner, pero este ya no estaba con nosotras en el callejón, lo busqué en medio del conflicto, pero no lo encontraba.

Tengo que buscarlo, no puedo dejar que algo lo lastime.

Xoco me mataría.

Mi mamá me mataría.

—Escucha, te ayudaré a encontrar a tu padre. Pero primero necesito a mi amigo. Quédate en este lugar, por favor, y escóndete si es necesario.

Sabiendo que lo que estoy por hacer es lo más estúpido que podría, pero necesito encontrar a Danner.

Corrí lo más rápido que pude tratando de rodar a las personas que están causando destrozos y los recién llegados tratando de controlarlos.

Están usando las armas, disparaban a los tipos con bates...

Los disparos azotaban sus cuerpos, pero...no había sangre. No son balas comunes o al menos no son las que están llenas de pólvora.

El cuerpo del grandulón del bate que nos quería atacar estaba en el suelo, sus ojos están en blanco, ya que los tenía girados, su ropa rasgada indicaba que le dispararon, pero como dije antes, no había sangre.

Quería ayudarlo, seguía vivo, su tórax se movía por las respiraciones agitadas que salían de su cuerpo.

Al momento de acercarme, sentí una mano tomarme del hombro y girarme bruscamente.

Era uno de los sujetos con mascarilla. Entré en pánico.

Así que de giro brusco golpee su mano en donde estaba su arma.

Se descuidó por un segundo, donde aproveché para empujarlo y darle un golpe en la cara.

Como estaba distraído corrí hacia su arma que estaba a mi derecha.

La tomé y corrí a esconderme.

Esa arma me serviría si alguien más trataba de atacarme.

Me escondí detrás de un auto y solo me levantaba para ver si Danner estaba cerca.

𝐋𝐚 𝐑𝐞𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora