𝐋𝐚 𝐑𝐞𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚

Capítulo 9

"kill-one; Curioser"

Atzin

—¡Te das cuenta de lo tarde que llegarás a tu primera clase del semestre! — dije al borde de la histeria, pero al mismo tiempo de manera graciosa, desde el asiento del copiloto del auto de Xoco, que en este momento estaba siendo conducido por Danner.

Este hermoso Todoterreno Commander con un acabado negro me tenía loca desde los 14 cuando lo compró Xoco, nunca perdí la oportunidad de pasear en el cuándo me lo proponían.

Obviamente no solo a mí me traía loca esta hermosura de auto, Danner amaba este auto tanto como yo, y no perdió el tiempo cuando sacó la licencia y se la restregó a Xoco en la cara para que le dejara conducirlo. Xoco ama demasiado a Danner, aunque también lo sobre proteger, lo entiendo, ahora solo son Xoco y Danner contra el mundo, al igual que yo y mi madre.

—y tú te das cuenta de lo poco que me importa eso, ¿verdad? Es el primer día de clases, no haremos nada, de todas maneras—

Danner se encontraba demasiado relajado, golpeando sus dedos contra el volante al ritmo de Suicidal de Melly.

—A todo esto, ¿Por qué tardaste tanto en la mañana?

—Todo lo que admiras en este momento— se señaló a sí mismo— toma su tiempo, — me guiñó un ojo— Aparte que las chicas de primer año tienen que caer este día por este Dios Griego, para así no tener que esforzarme el resto del semestre por tener que llamar su atención. —dijo simple y risueño

—Wow— estaba realmente sorprendida por su dedicación al asunto— me sorprende que pienses en una estrategia para tus ligues. Una buena estrategia déjame decirte.

—¿Con quién crees que hablas?, tengo a todas comiendo de mi mano— desvió su mirada del camino para verme de frente por unos instantes— hasta tú estás perdida por mí, dulzura.

Lo miré en silencio por unos segundos, miré el camino por donde íbamos y luego le volví a ver con una sonrisa fanfarrona

—¡Oh! claro que estoy perdida! — le guiñé un ojo siguiendo con el "coqueteo", acomodé mi brazo detrás del respaldo del asiento de piloto, su asiento, para poder acercarme a su oído— este no es el camino hacia la universidad, querido. — dije para molestarlo.

El abrió sus ojos desmesuradamente, se inclinó más hacia adelante analizando el camino, buscando alguna señal para saber dónde estábamos.

—Creo que tendrás que esforzarte más para conseguir a las chicas de primer año, tus amigos te las quitaran porque tú no estarás para ellas justo el primer día de universidad, — dije divertida y con fingida pena.

—Uhg, Atzin no estoy para bromas, — dijo genuinamente preocupado girando el volante hacia la derecha.

Empecé a analizar las calles para ver dónde diantres nos habíamos metido, porque sí, yo era copiloto y tenía que cerciorarme de que estos inconvenientes no pasaran.

Así que tenía algo de culpa por distraerme.

Estas calles no se me hacían conocidas, era un suburbio relativamente tranquilo, casi privado, no había comercios que pudiésemos reconocer.

Hasta que reconocí uno de los almacenes de la empresa.

Un pequeño almacén en una rara ubicación, imposible de olvidar.

La semana pasada después de que el Señor Drexel me advirtiera no seguir las órdenes de la ... muy capacitada y para nada desesperada de Sarah, tuve que entregarle los papeles necesarios para el control y revisión de las otras dos bodegas faltantes, y al leerlos pude ver la dirección de cada uno de ellos.