Capítulo 12

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"La libertad es explicación suficiente."

Atzin

Las ganas de vomitar no me las quitaba nadie.

Killony simplemente había matado sin piedad a ese muchacho, ni si quiera le dio la oportunidad de defenderse.

La satisfacción en sus ojos era evidente, ella lo estaba gozando.

Mis ojos se llenaron en lágrimas, pero no permitía que ni una gota saliera, cubrí mi boca con mi mano, no quería que algún sollozo se me escapara.

Me giré para dejar de ver como la sangre salía de la boca del chico por los últimos espasmos que daba su cuerpo.

Al levantar la mirada Allen se encontraba frente mío, de un paso ya me encontraba entre sus brazos y mis lagrimas comenzaron a caer silenciosamente mientras me escondía en su pecho.

—¡Danner!, tu sigues. — ordenó Drexel.

Danner se veía dubitativo, él no quería hacerlo, pero la presencia de Drexel lo cohibía para refutarle. Se puso en camino a la habitación de los prisioneros.

—No olvides usar el "regalo" que te dio mi padre. Si killony no los utilizó es porque no los necesitaba, pero tú no estuviste aquí por mucho tiempo.

Frío, calculador y petulante Drexel, su explicación era innecesaria y cargada de mucho veneno.

—Necesito evaluarlo, así que no te contengas y mátalo.

Danner se veía preocupado, su cuerpo entero se tensó y su cara no podía relajarse por más que quisiera no mostrar su preocupación.

—¿Es necesario que lo mate? — salté para interceder ante Drexel y que no obligara a Danner a hacer algo que no quisiera.

La mirada de Drexel fue suficiente explicación. Fue un golpe mental, silencioso, pero claro.

"No contradigas mis órdenes"

Me quedé callada, no es el momento para pedir explicaciones. Queda claro, por ahora.

—Entra y escoge uno, no perdamos tiempo.

Danner tomó al que estaba menos consiente, era el sujeto que ya estaba dentro cuando llegamos.

Lo tomó cargado por sobre sus hombros y, al igual que Killony, lo llevó hacia la sala continua con la ventana ancha.

Lo dejó lentamente sobre el suelo y le quitó la plaqueta de metal que estaba en su cuello. — Lo siento. — le susurró.

El sujeto en cuestión segundos después de quitarle la mini plaqueta que tenia en el cuello se incorporó rápidamente y se abalanzó sobre Danner, empezó a golpearlo en la cara y Danner no parecía querer defenderse.

—¡Danner! — advirtió el jefe — Si no lo haces tú, entraré ahí y lo mataré encima tuyo.

Danner tenía la cara roja, su labio estaba roto y cubierto en sangre. Le dio una patada en la boca del estómago haciendo que su cuerpo impactara contra la pared.

Se incorporó y se acercó al sujeto, antes de que este reaccionara Danner agarró su cabeza y la impactó contra la pared, empezó a salir sangre de su nuca manchando la parte de la espalda de su playera.

Danner tomó distancia, se agachó y colocó las palmas de sus manos en el suelo de manera lenta y relajada.

Las venas de sus manos empezaron a dilatarse de manera inhumana, creí que reventarían en cualquier momento.

𝐋𝐚 𝐑𝐞𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora