Eugene

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1. Soy lo que soy

— Entonces, eres un alfa, ¿cierto?

— Lo soy.

Arqueó la ceja, su olor decía todo menos que era un alfa, era un olor suave y dulce, un olor que podía percibirse en un omega, sin embargo, aceptaba que ella misma no poseía el olor que todos pensaban que debía tener un alfa.

— Tu también lo eres, ¿o me equivoco?

— Lo soy — Respondió dándole un sorbo al vaso de agua que le había entregado instantes atrás.

Eugene recargó su barbilla en la palma de sus manos, examinando a la fémina que tenía enfrente suyo; su olor era atrayente, algo similar al olor de la lluvia, libros mojados y algo que no lograba identificar si era vainilla o caramelo.

No tenía la pinta de una alfa, pero había visto sus antecedentes mucho tiempo antes de que siquiera tuviera la idea de volver a pedirle que aceptara su oferta, no había nada que White Tiger no pudiera encontrar.

— Es inusual encontrar una mujer alfa, son muy escasas — Admitió, probablemente el diez por ciento de la población alfa en el mundo eran mujeres, y eso era ser bastante generoso — Debiste tener la vida arreglada por tu casta — Teorizó, aunque ya tenía la respuesta de antemano que le daría; una alfa como ella debió tener la vida difícil.

— Provengo de largas generaciones de betas, ser una alfa no resolvió mi vida en lo absoluto — Respondió, recordando la sorpresa en la mirada de todos sus familiares de tener a un alfa en la manada por primera vez en generaciones — En todo caso, sólo la complicó con las altas expectativas que tenían hacia mi persona — Puntualizó.

En efecto, Eugene tenía razón en su teoría desde el inicio.

Una alfa que había tenido que vivir con la estigmatización de que debía ser perfecta por el simple hecho de ser una alfa, debió ser una carga abrumadora, tener que dar más que el resto y saber que eso jamás sería suficiente.

Porque los alfas deben ser perfectos, aunque claramente ningún ser vivo era perfecto en su totalidad.

— Aquí los alfas no son tan únicos de ver como tener una alfa, si no cumples con las condiciones físicas puedes ser atacado por otros alfas para doblegarte y demostrar su poder, pero no sólo son los alfas, también omegas y betas son muy maltratados si no cumplen con lo que se espera — Explicó ganándose la atención de la fémina — Por eso cree Workers, para tener un lugar donde puedan trabajar alfas, betas y omegas que no cumplen con lo que la sociedad espera de ellos — Mintió.

Aunque una mentira pequeña no haría daño, siempre y cuando la tuviera en sus filas.

— No tengo el físico pero si la inteligencia, los alfas que no cumplen con lo que quiere la sociedad de nosotros siempre serán hechos de lado o atacados como lo fui yo en su momento, por ello tengo a estas personas protegiéndome — Explicó mostrándole a las personas que le cuidaban las espaldas.

Desde su hermano Sung Yong, pasando por Mandeok y finalizando con Samuel, sus tres más fieles trabajadores estaban ahí, a la espera de cualquier circunstancia que se diera.

— Por eso te quiero a ti en mis filas, no tienes la figura de una alfa, ¿pero eso importa?, he visto tus habilidades en la pelea y también la forma en que te adaptas a tu entorno — La halago, esperando con ello lograr persuadirla, pero tenía que ser cuidadoso, los alfas siempre serían desconfiados.

Estaba en su naturaleza.

— Por ello estuve muy feliz que reconsideraras la oferta que te he ofrecido desde hace meses.

La fémina suspiró, ella no había pensado llegar a este punto, pero sabía que era lo mejor que podía obtener en estos momentos luego de perder su trabajo anterior.

— Necesito el trabajo y considero que no es tan mala la oferta que me ha hecho luego de verla detenidamente — Respondió empujando sus papeles de trabajo para que los viera, deseaba ya terminar esa reunión.

No le gustaban los halagos, la hacían sentir incómoda.

— Estás contratada.

— ¿No verá los papeles?, necesita ver mi currículum para ver si le soy de utilidad.

Eugene le sonrió de lado.

— ¿No te lo dije ya?, te quiero en mis filas, ya conozco el producto y su calidad de antemano y lo quiero.

Chasqueo la lengua al oírle hablar de su persona como una cosa, pero decidió dejarlo pasar por esa vez, sería su jefe dentro de poco.

— ¿Y si no soy lo que esperas?

— Tomaré el riesgo — Respondió, aunque sabía que no lo habría — Te dejaré a cargo del cuarto afiliado, según tu currículum... — Dió un rápido vistazo, aunque ya sabía en qué había trabajado todo ese tiempo que llevaba en Corea — Has trabajado como secretaria de una empresa de newtubers, Samuel necesita una nueva secretaria que sepa sobre el negocio del entretenimiento y serías de mucha utilidad con tu conocimiento previo... ¿o tienes alguna objeción, Samuel?

— En lo absoluto, señor.

— Perfecto, entonces está decidido, estarás en la cuarta filial, si lo haces bien, puede que pronto tomes el lugar de mi presidente de la primera filial — Bromeó, aunque había posibilidades de que escalara, tenía la capacidad, lamentablemente sus ambiciones eran muy bajas.

— Haré lo mejor posible, señor.

— Llámame Eugene, me gusta que mis empleados se sientan a gusto en Workers y algo me dice que estarás mucho tiempo trabajando para mí — Afirmó, porque no pensaba dejar a su nueva adquisición en un buen tiempo — Samuel, muéstrale dónde trabajará.

— Si, señor.

Sonrió abiertamente apenas la fémina se fue con Samuel, finalmente lo iba a lograr.

No era mentira decir que había estado ansioso de que la alfa aceptará su propuesta de unirse a Workers, había esperado durante meses hasta que la oportunidad llegó a sus manos.

Lo tenía todo planeado desde hace meses, sólo había esperado que ella aceptara entrar a su tablilla de ajedrez para dar inicio a su plan.

Esta vez, él ganaría contra Charles Choi.

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NA: Hola, decidí hacer esta cuenta y estos escritos como una forma de salir de la rutina, por dicha cuestión este recabado de días está siendo publicado en una cuenta distinta a la propia para que no sea ligado a mis otros escritos ya que lo estoy haciendo por diversión y probablemente no los finalicé.

Espero que les guste y disfruten de leer algo pequeño sin tantas explicaciones, antes de finalizar el año.

31 días de OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora