Jiho

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18. Transcastidad

"Siempre te apoyaré en esto".

Ella lo había prometido, se lo había prometido por el meñique y lo había cumplido al pie de la letra.

Estuvo en los exámenes y consultas con el médico que le ayudaría a cambiar de casta; estuvo ahí para él, porque se lo había prometido, porque lo amaba tanto como para apoyar esa decisión del varón.

Jiho odiaba ser un alfa, quería ser un beta para que las personas dejarán de burlarse del alfa defectuoso que era (a palabras del mismo Jiho) y para ella estaba bien, no le importaba que casta fuera, lo seguiría amando con la misma intensidad de siempre.

El proceso se realizó como se esperaba y Jiho finalmente se presentó como un beta.

Pensó que eso lo haría feliz, porque él se veía feliz ahora, pero claramente la situación no era miel sobre hojuelas apenas ingresaron al instituto.

Ella, claramente, había elegido un instituto en Gangdong, pero Jiho amaba la moda y eligió el instituto Jaewon.

El varón, sin amigos a su lado, se volvió el blanco de burlas y ataques de parte de los más fuertes de su departamento.

— Ese idiota de Zack y sus amigos siempre me atacan por ser beta, si siguiera siendo un alfa...

Se había vuelto una cotidianidad que siempre estuviera diciendo "si siguiera siendo un alfa", como si aquello fuera la solución de sus problemas que le aquejaban en el instituto.

Jiho empezaba a cambiar y ella, tercamente, hacía de la vista ciega, porque lo amaba, porque pensaba que su amor sería suficiente para él. Pero el amor no servía de nada, al menos su amor no fue suficiente para detener a Jiho.

Su adicción a las apuestas, la cuenta bancaria falsa con estafas.

Y finalmente haber intentado asesinar a Daniel Park y James Gong fue la gota que derramó el vaso.

— Todo fue culpa de Daniel, tenía que salvar mi honor, a James poco le importó las estafas que hicieron por su culpa y todavía quería que fuéramos amigos como si nada...

Mordió su labio mientras le veía divagar.

Había ido a verlo, queriendo saber como estaba, los padres de Jiho le dieron una respuesta vaga sobre lo que sucedió con su novio.

— Si yo fuera todavía alfa, hubiera...

— ¡Pero ya no lo eres, Jiho! — Apretó los nudillos con fuerza y finalmente Jiho le vio a la cara por primera vez desde que empezó la visita.

El chico del que se había enamorado sólo era el fantasma de lo que ahora era el varón, ya no tenía esa dulzura en su mirada que le habían conquistado.

— Ya no eres un alfa, tu quisiste ser un beta para evitarte el dolor que te traía el ser un alfa y yo te apoye porque te hacía feliz el pensar ser un beta — Le recordó — Pero ahora sólo hablas y hablas de que quieres volver a ser un alfa... ya no puedo seguir así.

— ¿De qué demonios hablas?

— Terminamos, Jiho — Respondió levantándose de la silla donde se encontraba.

Siquiera le reconocía ahora que le tenía frente a frente.

— Estás bromeando, tú me amas.

— Amaba a ese chico que se volvió beta porque era feliz así, este chico que sólo busca culpar a todos de lo que le sucede y que lanzó a dos personas de una ventana no es ese chico...te amo Jiho, pero tú no me amas.

— ¡Claro que lo hago!, sólo estás cegada porque ahora no puedes percibir mi olor pero yo...

Negó con la cabeza — No, Jiho, el problema no es tu olor, eres tú, has hecho cosas horribles, te convertiste en alguien que siquiera reconozco...adiós, Jiho — Se despidió antes de darse la media vuelta y empezar a caminar.

— ¡No me puedes dejar aquí!, ¡Me amas!

Apretó los nudillos con fuerza y, aunque algo en su interior dolía por los gritos del varón, siguió su camino.

— ¡Nadie te amará como yo!

Probablemente nadie le amaría como Jiho.

Esperaba que no.

31 días de OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora