2. Cortejo
Su mirada se hallaba fija en el omega que jugaba con una pila de cubos tranquilamente; el olor a cappuccino inundaba la habitación que le pertenecía a este.
Mordió su labio antes de sentarse enfrente, logró notar como este saltaba desde su sitio y aquello se le hizo adorable.
Era muy lindo que parecía irreal.
— Hola, Sung Yoo — Saludó al varón quien le vio ladeando su cabeza — Yo... — Tragó saliva, no importaba cuántas veces lo hubiera visitado en el tiempo que trabajaba para Workers, el omega siempre la haría sentir nerviosa — Yo traje algo para ti — Soltó por fin antes de extenderle una caja de regalo pequeña.
El chico se señaló y sólo hasta que ella asintió fue que tomó la caja de regalo; vio como quitaba la envoltura cuidadosamente, sonrió al verlo tomar la gorra blanca que combinaba perfectamente con el uniforme de Workers.
— Pensé que te quedaría bien, las personas llegan a confundirte demasiado con Eugene y podría ser tu distintivo — Explicó, quiso tomar la gorra pero el más joven abrazó la gorra y le enseñó los colmillos — No te la voy a quitar, lo prometo.
Sung Yoo tardó todavía en entregarle la gorra y eso la veía fijamente, como si esperase que corriera con la gorra que le había regalado.
Negó divertida antes de colocarle la gorra con cuidado, acomodando sus cabellos oscuros y sonrió.
— No te queda mal — Halagó pasando sus dedos por la mejilla llena de pecas del omega quien ladeó la cabeza, permitiéndole seguirlo tocando — Me encantan tus pecas, te quedan.
Sintió un vuelco en su pecho cuando los ojos oscuros del varón le vieron y le sonrió de lado.
Definitivamente ese omega la mataría.
Pero ese momento se rompió al oír su teléfono, bufó al revisar el mensaje de su jefe, Samuel, tenía que volver al trabajo.
— Tengo que irme — Avisó levantándose del suelo, oyó una queja por lo bajo de parte del omega — Vendré otro día, podría traerte algo más bonito si lo deseas.
Un asentimiento de parte de este fue lo único que necesito para sonreír abiertamente, soltando sus feromonas levemente en la habitación.
Le estaba aceptando seguir con su cortejo.
— ¡Entonces te veo pronto, Sung Yoo!
Salió de la habitación feliz, tocó sus mejillas y las sintió calientes.
Estaba emocionada.
(...)
Apenas se fue la alfa, el omega se quitó la gorra; la habitación ahora estaba llena de un olor putrefacto.
Sus dedos pasaban con suavidad por el objeto antes de que pudiera oler las feromonas de su hermano.
— Es un lindo regalo — Halagó Eugene tomando la gorra, hizo una mueca al verlo sonreír — Sabes que tienes que seguirle el juego, es una pieza clave en esta organización — Le recordó.
Porque la alfa le era de bastante utilidad a Eugene, lamentablemente no tenía algo o alguien que pudiera ser su debilidad en Corea.
Sólo era ella en el país asiático.
Claro, eso fue hasta que conoció a su hermano Sung Yoo; la fémina parecía encantada con el omega y él, aprovechando la oportunidad que le estaba dando el universo, decidió dejar que siguiera encantada de su hermano gemelo si así podía tenerla en Workers.
Le entregó la gorra a su hermano y caminó hacia la salida.
— Recuerda, es por un bien común, no te molestes, podrás dejarla cuando hayamos logrado nuestros objetivos — Prometió antes de salir de la habitación.
El omega apretó entre sus manos la gorra e inhaló el olor que había dejado la alfa antes de irse.
Él no quería dejarla una vez cumplieran sus objetivos.
Pero no debía ser un genio como su hermano para saber que la alfa le abandonaría una vez supiera que sólo fue un peón en el juego de su hermano.
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31 días de Omegaverse
Fanfiction31 días de Omegaverse en el universo de Lookism Escenarios variados. Días sin ninguna relación entre sí. Lector Alfa. Ligero OOC Reader x todos