7. Feromonas
El olor a menta rodeaba todo el lugar, pero no era aquello lo que le hacía estar tan cerca de la persona enfrente suyo.
Sino más bien la vergüenza que podía sentir mezclada con el olor del omega.
— ¿Te encuentras bien? — Cuestionó, sus dedos quisieron tocar la mejilla del varón pero este giro su rostro rojizo — Estas rojo, ¿tienes fiebre, Daniel?
— No, no, es el calor — Expresó el chico regordete, moviendo su mano para abanicarse el rostro.
— Estamos a diez grados y es de noche — Musitó y el varón dejó de abanicarse.
Ahora sus orejas se habían tornado rojizas y esa vergüenza que percibía a través de sus feromonas ahora también tenía una pizca de nervios.
— Si no te sientes a gusto, podríamos dejar esta cita de lado — Sugirió, su mano tomó la del omega quien había perdido de golpe el rojo en su rostro y ahora se veía como si hubiera visto un fantasma.
— ¡N-no! — Exclamó Daniel, olía la decepción que emitía con sus feromonas la alfa que tenía enfrente suyo y sintió un revoltijo en su estómago — Es sólo que... — Tragó saliva, dudando si decirle aquello que le estaba carcomiendo desde que había invitado a la fémina a tomar un café con él y ella había aceptado — Nunca había tenido una cita, soy repulsivo para las personas que me rodean — Musitó bajando la mirada.
Daniel lo sabía, en su cuerpo original nadie le tomaría en cuenta, todas las personas le habían hecho menos y era objeto de burlas; en su cuerpo perfecto todo era diferente, todos lo amaban y querían estar con él.
Estar en una cita con la alfa que estudiaba en el departamento de gastronomía era algo que jamás pensó que sucedería, las veces que se habían cruzado en el instituto mientras usaba su cuerpo perfecto había sido demasiado amable y, las contadas ocasiones que fue a la tienda de conveniencia, también había obtenido la amabilidad de la fémina que le hizo sentir afecto hacia ella.
Por ello tenía miedo de arruinarlo.
Tenía vergüenza de que viera lo que era y decidiera alejarse asqueada como el resto.
— ¿Te digo un secreto?, también es mi primera cita — Confesó ella, el más bajito finalmente subió la mirada y le permitió ver esos bonitos ojos marrones escondidos en esos grandes lentes redondos, sonrió de lado, dejando salir sus feromonas para que se tranquilizara y parecía que había funcionado bien — ¿Quieres empezar de nuevo?
Daniel dudó unos instantes antes de asentir lentamente.
— Si... si quiero.
Y las feromonas llenas de felicidad la hicieron ronronear de gusto.
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31 días de Omegaverse
Fanfiction31 días de Omegaverse en el universo de Lookism Escenarios variados. Días sin ninguna relación entre sí. Lector Alfa. Ligero OOC Reader x todos