31 días de Omegaverse

Samuel

3. Collar

— Te queda.

Rodó los ojos mientras veía, desde uno de los tantos espejos que había en el edificio, al alfa (alguien debía ser algo narcisista con tantos espejos en la empresa); tocó su cuello sintiendo el cuero cubriéndolo.

Collares de protección.

Odiaba los collares de protección, se le hacía injusto que los omegas los usarán por el simple hecho de ser omegas, pero lamentablemente era obligatorio para ellos; un omega podía ser marcado en cualquier momento si no lo llevaban puesto.

— Sigo considerando que no es necesario que lo usé, señor Seo — Replicó amarrando su cabello con una liga — Soy una alfa, no una omega.

— Es protocolo de la empresa que las chicas los usen, más cuando estamos próximos a eventos, nunca se sabe que clase de personas llegarán.

Arqueó la ceja antes de visualizar a las betas que caminaban con el cuello expuesto, los y las betas sólo podían ser marcados temporalmente y no desarrollaban un lazo como alfa y omega así que no había razón alguna por lo cual los necesitarán.

Sin embargo... eran chicas.

Trabajaban en la misma empresa que ella.

Y, por supuesto, no estaban usando un collar de protección tan... ¿cuál era la palabra?, ah sí.

Extravagante como el suyo.

Pero claro, Samuel Seo era el segundo al mando en la empresa después del señor Alexander (quien le había contratado para ser la secretaría del varón), además, la paga era demasiado buena como para quejarse.

— Como usted diga, señor Seo — Murmuró entre dientes, debía pensar en su salario y que finalmente podría pagar sus deudas.

— Llámame señor Samuel.

Apretó sus nudillos antes de voltear a verlo y sonreírle, aunque en el fondo deseaba hacer todo lo contrario — De acuerdo... señor Samuel.

El contrario le sonrió antes de empezar a caminar, le siguió a paso apresurado en silencio.

Las feromonas del alfa le rodeaban, arrugó la nariz por el olor tan fuerte que emanaba del varón.

— Hoy será un gran día, si hacemos bien este trabajo, tal vez haya una nueva trabajadora en nuestra empresa.

— ¿Una nueva?

— Hay una newtuber que está en la mira de la empresa por sus videos de mukbang, tendremos una reunión con ella y esperemos que se integre.

Lo pensó unos instantes antes de asentir, suponía que eso era lo que hacían en esa empresa; contratar newtubers y obtener ganancias a partir de ello.

— Si usted lo dice, señor Seo — Murmuró mientras con sus dedos trataba de aflojar el collar de cuero.

El alfa dejó de caminar y volteó a verla con una sonrisa en sus labios que para nada parecía amigable y que le hizo dejar de tocar el collar.

— ¿Cómo te dije que me llamarás?

— Señor Samuel — Se corrigió y el varón volvió a caminar.

Suspiró antes de empezar a seguirlo nuevamente.

El alfa era... raro.