Kenta

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10. Tradiciones

Cada manada tenía sus tradiciones, tradiciones que posteriormente serían transmitidas por los cachorros una vez que fueran adultos y formarán una familia.

¿Cuáles eran las tradiciones que ella tenía para transmitir?, ninguna.

Su manada no era afín a las tradiciones, ¿celebraban las festividades que estipulaba el calendario?, si, por supuesto que lo hacían, pero no tenían algo que fuera suyo, no había nada que pudiera transmitir a su pareja y menos a los cachorros (si es que en un futuro tenía alguno).

Así que, cuando le preguntó este si tenía una tradición familiar en navidad (cosa memorable que debería apuntar en su calendario, el varón hablaba muy poco), su respuesta fue simple.

— No tengo ninguna, ¿y tú?

— A mi padre le gustaba invitar a sus más allegados en navidad, para demostrar cuán agradecido estaba de tenerlos consigo.

Un "oh" salió de sus labios, sabía que el padre del varón estaba muerto, no le había dado una gran explicación sobre ello y ella misma no la había pedido en el tiempo que llevaban trabajando juntos.

Era mejor no ahondar en el tema.

Movió sus pies, tratando de pensar en algo que rompiera aquél silencio que había entre ambos hasta que se le ocurrió una idea.

Sabía que Kenta había estado los últimos años solo hasta que conoció a Mitsuki y Ryouhei que le trajeron consigo a Corea y, a pesar de ello, el joven era reservado (siquiera con ella, que siempre estaba con él, era sociable).

Se levantó del sillón, el contrario le vio con la ceja arqueada cuando le extendió su mano.

— ¿Sabes?, deberíamos seguir esa tradición navideña que tú padre te enseñó.

— No tengo allegados.

— Tienes a los ejecutivos de la segunda filial y a mí, si le decimos a Sinú podemos hacer que Mitsuki nos permita hacer una pequeña fiesta en Navidad.

El alfa dudó, todavía no lograba comprender la forma en que pensaba la fémina, era tan impredecible y su personalidad distaba demasiado de la suya o de algún otro trabajador de la segunda filial de Workers; sin embargo, confesaba que era la mejor compañía que tenía, se sentía a gusto estando en la misma habitación que ella aunque no hablaran demasiado.

Una tranquilidad que no tenía desde que Gun asesino a su padre.

Apagó su cigarrillo y tomó la mano de la fémina quién sonrió más abiertamente.

— Vamos, Sinu debe estar en la cocina.

— Si lo hacemos bien y limpiamos todo, tal vez la señorita Mitsuki nos permita volver a repetirla el año entrante... tendremos que comprar muchas cosas para hacer una buena cena... ¿ustedes hacían la cena de navidad o pagaban por ella?

— Era hecha por otras personas — Respondió, haber sido de una familia muy renombrada en antaño había tenido sus ventajas, poseyó muchos lujos en su juventud.

— Cierto, eso suena razonable... aunque nosotros podríamos hacer la cena, sólo somos siete personas en la filial si contamos a Kitsune y a la señorita Mitsuki.

— Si tú lo deseas.

Kenta sólo escuchó atentamente las ideas de la fémina y le dio la razón en todo lo que decía.

Algo, muy en el fondo de su ser, le decía que sería una buena idea recrear aquella tradición que su padre le había inculcado desde niño.

Sería algo agradable de recordar una vez que efectuará su venganza contra Park Jong Gun y su familia.

31 días de OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora