6. ¿Y si te como a besos?
Ryouhei era el chico japonés guapo que encantaba a las mujeres fácilmente.
O al menos así había sido hasta que conoció a Mitsuki y quedó enamorado de la chica omega que le mandaba al diablo siempre que le veía y que, a su vez, había quedado perdidamente enamorada de un alfa que sólo estaba a su lado porque ella lo había drogado.
Pensó que toda su vida sería así, persiguiendo a la única chica que jamás le amaría hasta que ella finalmente viera lo que le podía ofrecer.
Y de repente la había visto a ella, comprando comestibles en una tienda de conveniencia que había cerca del Casino de Mitsuki.
Y le empezó a gustar.
No, no, así no había sido.
Había algo en medio de ese gusto pero lo había olvidado, no le interesaba aquello antes de que quedara prendado de aquella alfa, no era relevante, él sólo quería conocerla mejor y tal vez salir si ella quería.
Lo importante es que la tenía enfrente suyo, apenas iba a entrar a la tienda de conveniencia.
— Tengamos una cita, linda.
La alfa ladeó la cabeza confundida al ver el ramo de flores que le entregaba el macho, eran tulipanes.
Mucho más original que las rosas rojas que le había mostrado la semana pasada y que se le cayeron cuando un tipo lo empujó.
— No te entiendo — Le recordó y el alfa rubio bajó la mirada derrotado por la barrera de idioma entre ambos.
La fémina se sintió mal por aquello, se tomó la barbilla pensativa antes de chasquear los dedos (o al menos intentó hacerlo) y sacó su teléfono.
Ryouhei vio con curiosidad lo que hacía hasta que ella le mostró el traductor Google y quiso golpearse la cabeza.
¿Cómo habían podido olvidar que existía el traductor?
Tomó el teléfono de la alfa y tecleó rápido lo que quería decirle y lo tradujo al coreano antes de entregárselo.
Al ver el mensaje, la fémina sintió sus mejillas enrojecer que le hizo pensar por un instante al japonés que le encantaría comerse a besos esas mejillas ligeramente rojas.
Era tan linda a sus ojos.
— Te comería a besos si pudiera — Musitó en el tono más bajo que pudo con una sonrisa en sus labios.
Esperó pacientemente su respuesta hasta que, luego de unos segundos interminables, ella escribió su respuesta y le entregó su teléfono.
Ella agarró el ramo de tulipanes y le sonrió, él, por otro lado, sintió su pecho latir al leer su respuesta.
Tomó de la fémina de la mano y empezó a caminar lejos de ahí.
Verían que sucedía y si, todo iba bien, tal vez se verían más veces.
Soy Ryouhei, nos hemos visto los últimos dos meses en la tienda de conveniencia y, quisiera cenar contigo si me lo permites.
Me encantaría cenar contigo, Ryouhei, hay un puesto de comida japonesa cerca de aquí... Me encantan los tulipanes.
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31 días de Omegaverse
Fanfiction31 días de Omegaverse en el universo de Lookism Escenarios variados. Días sin ninguna relación entre sí. Lector Alfa. Ligero OOC Reader x todos