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Carlo:
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Al día siguiente
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Desperté debido a la poca luz que entraba a la habitación, me giré para encontrarme con mi linda, durmiendo plácidamente a mi lado. Anoche durmió en mi habitación, la cuide por toda la noche hasta dormirme.

Me encantó tener sexo con ella y los chicos, fue mejor de lo que pensaba, me encantó tocarla y después del sexo me quedé a su lado acariciandola y mimandola, sin duda ella era la indicada para nosotros.

Ella estaba boca abajo con su espalda descubierta y su cabello revuelto hacia su rostro, con mi dedo le quité su cabello para ver su linda cara, de verdad se veía tan hermosa durmiendo así, sonreí inconscientemente al verla.

Me levanté de la cama y estiré un poco mi cuerpo, me coloque un pantalón de chandal y dejé sobre la cama una de mis camisas para Emma cuando despertara. Luego salí de la habitación y fui hasta la cocina para preparar el café. A la sala apareció Axel con un pantalón de chandal negro, supongo que Mika se lo dió, también traía una musculosa puesta.

—Buen día —sonrió ampliamente.

—Buen día, ten —le di el café— ¿Cómo dormiste?

—Genial —bebió del café—, la cama de la habitación es enorme —rió—, no sé cómo Mikael puede gastar tanto dinero.

—Por que puedo Alemán —llegó sonriendo—, buenos días mi sexy Italiano.

Se sentó en la isla de la cocina junto a Axel y le di el café.

—Idiota—-murmuré.

—Se que amas —me lanzó un beso— ¿Emma sigue dormida?

—Si, voy a preparar el desayuno —asintió.

—¿Cómo quedaremos con ella? —preguntó Axel.

—Pues, yo la quiero hacer mi novia —Mikael se encogió de hombros—, no sé ustedes.

—No seas tonto Mikael —Axel rió—. Yo igual, pero tenemos que hablar con ella sobre eso.

—Esperemos a qué despierte —dije—, voy a cocinar, muero de hambre.

Saqué todo para poder cocinar, y lo coloqué en la cocina, fijé la vista en el pasillo cuando ví a Emma salir con mi camisa puesta, caminaba adormilada, llegó a nosotros y se sentó en las piernas de Axel.

—Buenos días —habló adormilada.

—Buenos días mi amor —Axel besó su cabeza— ¿Cómo dormiste?

—Bien, desperté porque tengo hambre.

—Ya estoy haciendo el desayuno —me sonrió— ¿Quieres algo en específico?

—Lo que hagas para mí está bien —sonrió y besó a Mikael—, buen día guapo.

—Joder mi amor —sonrió—, que bonita estás.

—Luzco cómo un zombie, no mientas —ella rió leve.

—Ten —le puse el café en la isla.

Emma por Tres. |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora