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Carlo:

No dejaba de pensar en Emma, sus ojos no salen de mi mente, simplemente es hermosa.

Mis amigos y yo quedamos en compartirla, fue una promesa de hace años que jamás pensamos que la íbamos a cumplir, desde que los conozco hemos sido muy unidos y en una sola ocasión compartimos una sola chica y fue en una fiesta de la universidad, los tres tuvimos sexo con ella aquella noche, a pesar de que fue una experiencia totalmente nueva para nosotros, fue fantástica.

Por eso nos hicimos una promesa de que si llegase a haber una chica nos atrajera a los tres, los tres estaríamos con ella ¿Por qué? Porque no queremos que nuestra amistad se fracture por una mujer o qué si hubiese sucedido, no hubiese preferencia entre los tres. Por eso decimos conquistar a Emma, saber todo de ella para que nos acepte.

Aún estaba ansioso por la salida del sábado, me alegra saber que ella aceptó salir con los tres, así que entre Axel y yo nos encargaremos de la comida, será en el departamento de Mikael, ya que eso es lujoso y queremos sorprenderla.

Estoy seguro de que todo saldrá bien.

Todavía estaba en mi trabajo, papá se tomó el día libre hoy así que me tocó cocinar algunas pizzas junto al otro cocinero y los demás estaban en sus lugares de trabajo.

—Bienvenida a Anttoneti Pizza ¿Que desea ordenar?

Escuché la voz de la chica en la caja.

—Busco a Carlo —dijo una voz hermosa.

De inmediato supe que era ella... Me limpié las manos y salí de la cocina, me encontré con una hermosa Emma sonriente.

—Emma que bueno verte por aquí.

—Hola Carlo —sonrió leve— quería venir a hablar contigo ¿Estás ocupado?

—Pues ahora no —reí leve—, pero vamos, aquí hay mucho ruido.

Ella asintió y le avisé al cocinero que regresaría en un momento, ambos fuimos hasta la oficina de la pizzería, ella se quedó parada en medio mirando todo.

Usaba una falda negra y botas del mismo color con un top y una chaqueta arriba, en su hombro llevaba su bolso.

—Dime Emma.

—Bueno.. la verdad no sé exactamente a qué vine —rió nerviosa—, pero lo único que se es que quería venir a verte.

Me acerqué a ella.

—Entiendo —murmuré—, bueno, ya se que tendremos una cita el sábado —ella asintió.

Ella se acercó más a mi y su olor a cerezas llegó a mi nariz.

—¿Te puedo preguntar algo?

—Claro —baje un poco la cabeza para verla, es algo bajita. 

—¿Te gusto de verdad? O ¿Quieres solo usarme? —preguntó en un tono de voz bajo.

Fruncí el ceño —¿Por qué me preguntas eso?

—Porque no quiero ser usada por nadie más, creeme me ha costado mucho volver a tener mi autoestima, pensar y decidir, cómo para que vengan ustedes a querer dañar mi estabilidad emocional..

Emma por Tres. |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora