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Emma:

Definitivamente hoy no era mi día, resulta que mi profesor es el mismo hombre que me curó la pierna aquella noche, después en la noche me encontré con el otro sujeto.. Carlo, ahora solo falta el último que es Koch, en definitiva estaba de mala suerte, me era demasiado bochornoso que precisamente a ellos me los encontré, jamás pensé que los vería.

Para ser honesta, jamás pensé que mi profesor iba a ser tan guapo, por qué si, es muy guapo, pero me tuve que aguantar el "te lo dije" de Jessie por casi todo el día, pero si.. El hombre es demasiado atractivo.

Me sorprendió mucho que haya llegado a salvarme de Tom, no entendía porque carajos había llegado a la universidad a joderme la existencia, según el yo destruí su matrimonio ¡Jah! Maldito infeliz ¿Quien se cree?

Me dejé usar por el por un año, ya no más.

Ahora estoy en paz conmigo misma, me siento feliz y plena, me siento tranquila y ahora podré darme el valor que me merezco, no necesito a una basura como el en mi vida.

—Entonces el profe sexy te defendió del idiota —Jess sonreía con picardía.

—Si, hasta le partió la nariz.

—Se lo merece por imbécil —reímos—, pero que descarado fue en buscarte a la universidad, después de todo lo que te hizo —negó.

—Claro que lo es, es un idiota. Oye.. Quiero comer pizza —sonreí— ¿Vamos?

—Genial —chilló—, se de un buen sitio, se llama Anttoneti Pizza, son nuevos en el lugar pero hacen una siciliana deliciosa.

—Me dió hambre, vámonos entonces.

Ambas salimos del departamento y caminamos un poco, mi auto está dañado así que no lo usaré hasta que lo reparen, caminamos un poco más hasta qie que llegamos a la pizzería, por fuera era una maravilla, pero por dentro lo era aún más, había un paisaje de Sicilia pintado en la pared, era hermoso. Me quede aquí para admirarlo.

—Es hermoso ¿No lo crees? —escuché una voz detrás de mi.

Voltee y me encontré con el dueño de la pastelería.

Genial Diosito.. ¡Gracias!

—Que bueno volver a verla señorita —sonrió mostrando los dientes.

Este hombre sin duda era precioso, alto, muy alto, su cabello era de castaño claro, casi que rubio, sus ojos azules eran preciosos y la barba, que bien se le veía.

—Hola —fue lo único que salió de mi boca.

—¿Sabe? Jamás supe su nombre.

—Emma, me llamo Emma, señor Koch.

—Emma —repitió mi nombre mientras sonreía—, es un nombre muy lindo.

Ambos nos quedamos mirándonos fijamente, me sentía extraña, no puedo sentirme extraña, recién terminé con Tom, no puedo ir de hombre en hombre, no.

—Fue bueno verla, me gustaría seguir mirándola pero, vine con mi amigo —señaló detrás de el— le recomiendo la siciliana es la mejor.

Emma por Tres. |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora