Prólogo

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La melodía seguía fluyendo por la habitación del rizado desde que empezaron las vacaciones de invierno, pero no venía acompañada por una letra, pues desde que terminó de componer, no la había encontrado y continuaba buscando las palabras perfectas. El significado perfecto y sus verdaderos sentimientos.

Harry soltó un suspiro al percatarse de la hora, eran las 12 de la mañana y tenía que madrugar para ayudar a su madre con la preparación de la cena navideña.

Seis horas, seis horas estuvo sentado en aquella silla cerca de su escritorio con un cuaderno y una pluma sobre este tratando de escribir lo primero que le llegará a la mente, pero que también tuviera sentido y expresara lo que quería decir.

Eso siempre fue muy importante para él desde que entró a la carrera de música. Una canción no sólo son letras y melodías combinadas que suenan bien, por más que las palabras estén un poco revueltas o tengan un sin fin de metáforas, siempre habrá un mensaje que decir.

Sus ojos empezaban a cerrarse cuando la puerta fue tocada, lo que lo hizo despertar de un salto. Frotándose los ojos indicó a la persona que podía pasar.

—¿Qué haces despierto tan tarde? —Preguntó su hermana Gemma, recargándose en el marco de la puerta.

Harry bostezo antes de responder—. No es nada sólo...

—¿Aún sigues con la canción? —Volvió a cuestionar soltando un bostezo. El chico asintió, un poco apenado.

—Oh Hazz—mencionó acercándose a su hermano.

Llegó hasta la cama, sentándose en esta para quedar frente a frente al ojiverde.

—Te dije que no te tienes que presionar por eso, la letra tiene que salir de aquí—señaló su corazón—y lo hará en el momento indicado, cuando menos lo esperes.

—Lo sé Gemm, pero terminar esta canción es uno de mis propósitos de este año—dejó a un lado la guitarra para sentarse correctamente en la silla.

—No todos los propósitos los puedes cumplir precisamente en el año en el que te los propones, algunos llevan más tiempo, además recuerda que sí cumpliste otros—sonrió.

Harry igualmente sonrió de lado provocando que sólo un hoyuelo se marcase en su mejilla derecha. Recordar lo bien que se sintió cuando salió del closet con su hermana y que ésta lo aceptara tal cual, además de que lo venía venir, fue un peso menos en su vida.

—Sí, bueno... supongo que ya tengo dos propósitos que posponer para el año que viene—rió bajo contagiando a su hermana.

Gemma se levantó de la cama acariciando los rizos de su hermano antes de depositar un pequeño beso en estos.

—Ya descansa por favor, disfruta tus vacaciones y verás que la letra comenzará a florecer—sonrió empezando a salir de la habitación. Harry asintió en respuesta.

Se quedó unos momentos mirando hacia la nada, pensando en las palabras de su hermana. Tenía razón, si quería que la letra saliera verdaderamente como él se sentía tenía que tomarse su tiempo, sin embargo, había otras cosas que ya no quería hacer esperar.

Antes de irse a acostar, abrió el cuaderno en una nueva página vacía, tomó un bolígrafo y en esta empezó a escribir sus propósitos de este año nuevo. Los primeros cinco siendo los más importantes.

1. Terminar la canción.

2. Ser mi verdadero yo.

3. Hacer nuevos amigos.

4. Salir más.

5. Componer nuevas canciones.

This is us, Lou and HazzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora