Capítulo 26: Reencuentro

42 3 1
                                    

La estructura de la vivienda era totalmente blanca, contaba con una ventana grande que se encontraba cubierta por una cortina a lado de la puerta de la casa, la cual, esta era de color negro; tanto la manija como el número del hogar eran de color dorado.

De ambos lados había un pequeño jardín con algunas flores protegidas por unas rejas de madera. Había un segundo piso en la que también había una segunda ventana, esta vez más pequeña y que igualmente estaba cubierta.

Parecía que no había nadie, pues no se escuchaba algún ruido, pero eso no fue obstáculo para que no tocaran ese botón que está cerca de la puerta.

—Louis si no lo haces tú, lo haré yo—exclamo Lottie al ver que Louis estaba demorando mucho.

Se encontraba nervioso, entiéndanlo, las manos le volvieron a temblar y sentía un nudo muy fuerte en su garganta. Claro que su hermana estaba igual, sin embrago, era más la desesperación por reencontrarse con su madre.

Finalmente, una respiración profunda basto para apretar el botón, comenzando una suave melodía; ambos se quedaron a lado del otro enfrente de la puerta mientras esperaban respuesta de esta.

—Qué asco, te sudan las manos—murmuro Lottie limpiando su propia mano en su jeans—. Cálmate, ¿sí?

—No estoy en una situación para mantenerme calmado, ¿okey? —Respondió lo último imitando su voz para molestarla. Nuevamente volvió a acercarse a tocar el timbre.

—Al menos te hubieras peinado—volvió a susurra la chica mirando a ambos lados.

—¿De qué hablas? Claro que lo estoy, así es el look, aunque luego el puto viento me lo arruina—a ciegas empezó a acomodar su cabello.

—No te atrevas a hablar con groserías en frente de mamá—nuevamente el timbre fue apretado, esta vez por Lottie.

—No soy tonto—volteo a verla—, claro que no lo voy a hacer, de todos modos, ella ya sabe cómo soy.

—Sí, pero al menos evítalas esta primera vez que la vamos volver a ver después de mucho tiempo—Lottie también se volteo a verlo.

—Si es que la vemos, ya vamos tres toques...

—Lo siento, estaba arriba limpiando y yo no escuchaba.

Louis y Lottie interrumpieron su charla cuando la tercera voz los interrumpió, la tercera y conocida voz que habían extrañado por cinco largos años.

Miraron a la mujer igual de impresionada que ellos, no había cambiado en nada, seguía la esencia de aquella mujer que los crio de niños; el cabello castaño claro como el de Louis, las facciones como las de Lottie y los ojos del color de ambos jóvenes. El silencio fue suficiente para saber que los había reconocido.

—¿Ma-mamá? —La voz de Louis salió temblorosa mientras los ojos de ambos hermanos se cristalizaban.

—¿Louis? —Preguntó la mujer acercándose a tomar el rostro de su primer primogénito—¿Charlotte? —Con su otra mano tomo la mejilla de la chica, quien asintió sin poder pronunciar palabras.

—¡Mamá! —Nuevamente pronuncio Louis acercándose a abrazarla, al mismo tiempo que mostraba una sonrisa en el rostro y algunas cuantas lagrimas por las mejillas.

Lottie no tardo en unirse también y los tres finalmente se juntaron en un gran abrazo lleno de felicidad y lágrimas. Los abrazos de su madre eran los que más habían extrañado, las caricias en el cabello como forma de tranquilizante, los besos en la cabeza y mejillas; las palabras dulces y lindas de su madre.

—No sabes...—se interrumpió sorbiendo su nariz, Louis—. No sabes cuánto te hemos echado de menos mamá...nos haces mucha falta.

—Todos los días, habíamos deseado este momento de volverte a ver—hablo esta vez Lottie, sin salir de los brazos de su madre.

This is us, Lou and HazzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora