Maravillosamente todo fluyó perfecto en la entrevista. Una que otra vez se lanzaron algunas miradas, pero nada fuera de lo normal ¿cierto?
Bueno, Vero por su lado estaba ansiosa por saber que pasaría después de la entrevista. Mientras que Ana tenía todo perfectamente calculado.
En cuanto acabó la entrevista, todos aplaudieron y ellas dieron las gracias al público. Luego Vero corrió discretamente a su camerino, tratando de que Ana no se diera cuenta.
Para su pesar, Ana la vio y salió disimuladamente detrás de ella. Al entrar, estando las dos dentro del camerino, Ana cerró la puerta.
Cuando Vero se volteo y la vio dentro, dijo:
-Que..¿que haces aquí adentro Ana? Tengo que cambiarme...
-Si claro, pero yo puedo ayudarte con eso.Vero no quiso verse muy regalada y se hizo la indignada. Procedió a decir:
-No se a que se refiere, pero no crea que voy a caer fácilmente a sus "brazos" o lo que sea que quiera decir con eso. A penas nos conocemos y no, no va a pasar.Ana se sorprendió un poco por el carácter, pero con el buen humor que tiene Ana, pensó en otra cosa...
Dijo:
-Está bien, tienes razón Vero, discúlpame. No debí tratarte como si solo fuese a usarte, ¿que te parece si vamos por un café a mi casa?
-Si, claro...De camino a casa de Ana, Vero trataba de disimular su mirada hacia Ana, pero aquello era imposible.
Solo con ver su hermosa sonrisa, su voz, su sentido del humor, su cabello y su cuerpo, sabía que muy pronto estaría vuelta loca por ella.Cuando por fin llegaron a la casa de Ana, esta le ofreció el dichoso café. Una vez las dos con este en mano, se dispusieron a sentarse en el sofá y hablar de su vida.
Fue un momento muy acogedor para ambas, se sentía muy bien estar cerca una de la otra y poder conocerse más a fondo.
Vero cada vez se perdía más en los ojos café chocolate de Ana, y Ana cada vez se perdía más esos ojos verdes, SUS ojos verdes.
Cada vez se acercaban más y más y más. Así pasaron 3 horas y ellas seguían hablando. No se cansaban, hasta que se dieron cuenta que iban a dar las 10 de la noche. Vero se sorprendió y dijo que se iría, tomaría un taxi y se iría.
Ana dijo:
-Claro que no, no te dejare irte, yo te llevo.
-Ana por favor, no te voy a hacer conducir a estas horas. Un taxi me dejaría en mi casa perfectamente.Ana insistió y Vero no tuvo de otra que aceptar.
Este capitulo fue un fue un poco más largo, espero les haya gustado <3 besooooooos
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¿Lujuria?
RomanceEllas tenían su vida como los demás, hasta que un día, sus caminos cruzaron.