Capitulo 28-

336 25 1
                                    

Ana llegó a casa porque coincidió con que Daniela Romo estaba en la fiesta y la acercó a casa. Antes de llegar, sabía que debía abrirse camino para hablar con Veronica, por lo que pasó por regalos, los dulces favoritos de Veronica. Pero también, recordó que tenía unos amigos mariachis y decidió hacer algo diferente. Veronica estaba en su habitación acomodando la ropa de Ana, esta vez no se la pasaba, iba a dormir en el sillón.

cuando de repente, empezó a sonar un mariachi abajo, era 'perdón' de Vicente Fernandez. Pensó que sería para la vecina o así, hasta que escuchó la voz de Ana cantar:

"Perdón vida de mi vida
Perdón si es que te he faltado
Perdón cariñito amado
Angel adorado Dame tu perdón"

La cara de Veronica fue de emocion completa, gritó:

"AAAAHH, ME TRAJO SERENATA"

Salió al balcón y la vió con un ramo de rosas, unas bolsas, un peluche y cantándole con el mariachi. Ana sabía dónde darle a su mujer, "Perdón" era una de sus canciones favoritas y siempre habían soñado de alguna forma, en que le pidieran perdón con esa canción, suena un tanto irónico, pero sí.

Veronica pensó en calmarse, pero tampoco debía ser tan dura con Ana, claramente eso no quitaba lo que había pasado, pero sí no se puede negar que le suma puntos a su favor. Cuando bajó, escuchó la canción con una sonrisa en el rostro. Cuando la canción estaba a punto de terminarse, Ana empezó a acercarse y cuando estaba ya en:

"Si tu sabes que te quiero con todo el corazón
Que tu eres el anhelo
Tu eres mi esperanza
De mi única ilusión
Ven ven calma mis angustias
Con un poco de amor que es todo
Lo que ansia cuando ama que es todo lo que ansia
Cuando ama mi pobre corazón"

Veronica se acercó donde Ana, recibió los regalos y la abrazó al terminar Ana de cantar. Ana le susurró:

-"Mi vida, juro que todo tiene explicación, nada fue como parecía."

Verónica le dijo su típico "shhh, ya calma, estoy aquí", cosa que aunque Ana no se lo decía, le encantaba escuchar que se lo dijera. Realmente la calmaba cuando le decía eso, aparte le daba mucha ternura porque la calmaba como a una niña chiquita.

Ana les dio las gracias a los mariachis por ayudarla, se despidió y entró a la casa con Verónica. De ahí, empezó a explicarle realmente qué pasaba mientras Verónica la escuchaba atentamente y sin decir palabra. Una vez Ana terminó, agachó la cabeza como de costumbre cada vez que cometía algún error con Verónica, le daba pánico perderla y se sentía terrible cuando pasaba algo por el estilo, sentía que Verónica en algún momento se cansaría de ella y de sus cosas, para luego decirle que se iría. Cuando Ana agachó la cabeza, Verónica justo antes de que la bajara completamente, la levantó con su mano.

Luego le dijo:

-"Amor, te creo, no te preocupes"

Pero Ana no se sentía satisfecha, sentía que las cosas no estaban bien y sentía ese arrepentimiento profundo, era como un peso en el pecho o un dolor en el corazón de que algo hizo mal y no se solucionaba con un "no te preocupes".

Ana estaba realmente arrepentida, le dolía hacer sentir mal a Verónica o dejarla sola, y por mucho que Verónica le dijera que estaba bien, no sentía que lo estuviera. Ana se disculpó una vez más y empezaba a sollozar mientras pedía perdón, pero Verónica le dijo:

-"Amor ya, total, ya me estoy acostumbrando"

Hubo un silencio completo, esa frase le rompió completamente el corazón, se lo partió en 2. Cuando de repente, se escuchó un llanto, el llanto de Ana. Su dolor se intensificó el doble o el triple y en lugar de un sollozo, era un llanto. Sus lágrimas rodaban por sus mejillas y como de costumbre, su nariz y sus mejillas se pusieron rojas.

Ana tratando de calmarse, le decía:

-"No digas eso por favor, en verdad lo siento"

Pero por mucho que tratara de calmarse, no había cosa que pudiera hacerlo. Las palabras de Verónica la lastimaron muchísimo, le dolieron demasiado, pero no estaba enojada o dolida con Verónica, si no consigo misma.

Su miedo a que Verónica se fuera, aumentó más, así como su llanto. Ana se levantó, y se fue al patio a tomar un poco de aire o ver la luna que se dejaba ver, ¿y Verónica? Ella trataba de calmarla, pero ya no tenía caso tratar de hacerlo, ya Ana estaba lastimada. Verónica le dio espacio a Ana para pensar y calmarse, entendió que esta vez, no podía hacer nada para calmarla.

-3 horas después-

Pasaron las horas y Ana seguía sola en el patio, completamente sola. A pesar de que Verónica se acercó a ver cómo estaba y Ana le decía que bien, realmente no lo estaba. No sabía como solucionar las cosas o tan solo calmar su dolor, solo estaba sentada viendo a la luna.

Verónica empezaba a preocuparse, ya estaba haciéndose tarde y empezaba a hacer frío afuera, no era bueno que Ana estuviera tanto tiempo afuera y menos en ese estado. Por lo que fue a buscarla para hacer que ya se durmiera, si no quería dormir con ella, estaba bien, pero por lo menos que durmiera.

Verónica trató de hablarle, pero Ana estaba tan metida en sus pensamientos, que no escuchaba. Solo hasta que Verónica tocó su hombro y le dijo:

-"Amor ya fue suficiente, vamos a la cama"

Ana volteó a mirarla y esta vez fue a Verónica a la que se le partió el corazón ver la cara de Ana. Tenía cara de haber llorado por horas, cosa que era obvia, solo que Ana lo negaba. Aparte, tenía los ojos brillantes, a punto de volver a llorar por haber escuchado su voz.

Sin decir palabra y bajando una vez más la mirada, hizo caso y subió sin siquiera rozar su piel con la de Verónica. Agarró su pijama, se la puso y se acostó del lado de su mamá, no hubo "buenas noches amor", no hubo un beso, no hubo una mirada, no hubo nada.

Solo hubo el dolor de Ana que sentía en el aire, ¿por qué tanto dolor? Bueno, Ana amaba demasiado a Verónica y que le dijera eso era como clavarle un puñal en todo el corazón. Cosa que provocó un shock de emociones en Ana, ella se sentía inservible o como si no supiera hacerla feliz. Sintió rabia consigo misma, dolor al saber que se estaba acostumbrando a sus errores, miedo y mucha tristeza.

Verónica le dolió ver como con solo decirle eso, pudo hacerle tanto daño a Ana. Al parecer, esa mujer enojona y hasta algunas veces indiferente, era mucho más frágil en sus manos. Ella se sentía tan mal al saber lo mal que hizo sentir a Ana, que no sabía como reaccionar, por eso le dio su espacio.

Pero ya iban a dormir y Verónica conocía a su mujer, Ana no era capaz de dormirse si no se dormía en el pecho de Verónica, si Verónica no la abrazaba o mimaba. Como Verónica no sabía como estaba exactamente Ana, pero sí sabía que no quería hablar, solo se acercó a ella y la abrazó por la espalda...












Este capitulo fue suuuuper largo <3

¿Lujuria?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora