Capitulo 9-

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Ana despertó primero que Verónica, y esta vez era el turno de admirar la belleza de Verónica dormida. Sus facciones, su calma, sus brazo abrazando su cintura, y si, también su desnudez. En ese momento recordó todos y cada uno de los gritos, palabras y gemidos de Verónica con una sonrisa en su rostro.

Luego se apartó un poco de Verónica y empezó a delinear sutilmente con se dedo índice sus facciones. Así hasta llegar a su boca, donde plantó un pequeño pico tratando de que se despertara. Pensó:

-¡Por dios!, realmente tiene un sueño muy muy profundo...

Después de haber intentando despertarla inútilmente por unos minutos. Cuando por fin despertó, abrió sus ojos lentamente y dijo:

-Buenos días cielo

Y le dio un corto beso. Así se quedaron abrazadas hasta unos 20 minutos después.

Cuando Ana bajó, estaba buscando a Diana, que claramente estaba pronta a levantarse. Ana preparó algo de desayunar para ellas 3 y luego fue al baño. Cuando Verónica decidió bajar para buscar a Ana, tuvo la mala suerte de encontrarse con Diana y al parecer, no amaneció de muy buen humor...

En cuanto Verónica se acercó al desayuno, le gritó Diana por la espalda:

-SEÑORA, ¿QUE HACE EN MI CASA? No sea descarada por dios, conoció a mi mamá hace UN DÍA, y ¿ya se acostaron? Tenga un mínimo de dignidad y respétese y respete su cuerpo. Aunque usted verá si se acuesta con una persona que confío hace un día, pero eso si, respete mi casa.

Verónica no supo que responder, y realmente no estaba en condiciones de hacerlo. Solo se quedó estupefacta viendo a Diana y luego lanzando su mirada al suelo.

En ese instante, Ana entró a la cocina y dijo:

-DIANA ALEJANDRA CAZARES PAREDES, ¡FUE SUFICIENTE! No tienes ningún derecho a reclamarle absolutamente nada a Verónica.

De ahí solamente fueron gritos entre Diana y Ana, Verónica prefirió no defenderse a pesar de que la estaba atacando constantemente, de eso se estaba encargando Ana.

La discusión transcurrió hasta el momento en el que Diana en medio de su rabia, le gritó a Ana:

-¡POR DIOS! Te acuestas con quien quieres. Es alguien distinto todas las semanas. Lo haces sin importe el ejemplo que me estés dando y aún así tienes la cara de reclamarme el hecho de que disfrute mi juventud. Como madre me das asco.

Esa fue la gota que derramó el vaso. Ana en medio de su ira, le dio una cachetada. Una cachetada la cual dejaría en shock a todas en esa habitación. Una, la cual desencadenaría una serie de problemas y provocaría un fuerte distanciamiento entre madre e hija.










Perdón Dianita, yo te adoro, perdón por ponerte así 😭 <3

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