Capitulo 29-

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Ana se volteó al sentir las manos de Verónica y se acomodó en su cuello. Ana estaba fría, helada, mientras que Verónica estaba caliente, se complementaban la una a la otra. Ana al sentir el calor de Verónica, acomodó su rostro en el cuello de Verónica y entrelazó sus piernas con las de Verónica.

(Algo así)

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(Algo así)

Verónica le cantó una canción que alguna vez escuchó, era como una canción de cuna.

"Si mi princesa
Perdió su castillo
Jugando en la arena
Solo recuerda
Yo voy contigo"

Era una parte de la canción, canción que enterneció completamente a Ana y ayudó a que se calmara. Ella amaba cuando Verónica tenía esos pequeños detalles con ella, los apreciaba mucho. Cuando Ana estaba a punto de dormirse, Verónica le dio un beso en la mejilla, Ana se quejó porque la despertó tal y como una niña pequeña, a lo que Verónica respondió su característico:

-"shhh, ya mi vida, duérmete"

Ana durmió en los brazos de Verónica toda la noche, ella era su lugar seguro y a pesar del daño que le causó, su amor por ella era mucho más grande. Cuando despertó, Verónica era la que admiraba su rostro dormida, Verónica tenía una expresión de fascinación completa, como si lo que estuviese viendo se tratara de los mismísimos ángeles. Cuando vio que Ana despertó, le dijo:

-"¡Princesa!, ¡despertaste!"

Ana le dio un pico y sonrió sin decir palabra alguna todavía. Verónica algo emocionada, le dijo:

-"Mi amor, hoy arréglate, vamos a tener una cita"...

-2 de la tarde-

Durante todo el día, Ana pensó y pensó sobre lo ocurrido, pero prefirió no darle más vueltas. Ellas estaban bien ahora, Ana amaba a Verónica, entonces ya no había que pensar.

En el día, Verónica actuaba normal, pero Ana seguía algo lastimada, pero cada vez estaba mejor y se desenvolvía más.

Una vez llegaron las 4 de la tarde, Verónica empezó a empacar cosas y correr como loca por toda la casa, se aseguraba de que el carro tuviera gasolina y veía la hora cada 2 segundos.

"ANA, ¿YA?, MIRA LA HORA MUJER"

Se escuchó desde la sala a Verónica, realmente estaba apurada, Ana no sabía porqué tanto afán en salir, pero hacía lo mejor que podía.

Ana se maquilló un poco y se puso un vestido suelto, algo relajado tal y como Verónica indicó. También empacó sus pertenencias personales, cosa que no entendía y le explicó a Verónica que no podía salir del país porque tenía presentaciones pendientes, pero Verónica le dijo que no se preocupara.

Claramente no iban a salir del país, Verónica no podía irse y Ana tampoco, pero lo que Verónica planeó era mucho mejor que irse del país.

Una vez todo estaba en el carro y Ana estaba dentro, Verónica se subió también, pero antes, le vendó los ojos a Ana. Durante todo el camino, Verónica le cantaba canciones a Ana y ella solo escuchaba, estaba analizando todo, trataba de adivinar donde iban.

2 horas y media después, Ana estaba profundamente dormida y Ana se bajó, bajó las cosas y las acomodó. Cuando por fin todo estaba listo, despertó a Ana con pequeños besitos como de costumbre. Luego la cargó y Ana puso sus brazos al rededor del cuello de Verónica, realmente era una niña mimada con Verónica.

La recostó sobre..¿arena?

Bueno, Verónica recordó que uno de los lugares favoritos de Ana era ese y que Ana siempre había querido ir con ella a tener una velada romántica con ella.

Ana en medio de su romanticismo con Verónica, también quería que su mujer fuera romántica con ella, por eso Verónica pensó en cómo devolverle un poco a Ana.

Una vez Ana logró ver, se dio cuenta el afán de Verónica. Lo que pasaba era que ella quería ver el atardecer en la playa y no quería que oscureciera.

Ana saltaba de emoción al ver todo lo que había preparado Verónica, había vino, lasaña, espaguetis y las frutas favoritas de Ana, pero lo más imponente, estaban ellas dos juntas a pesar de los problemas, siempre juntas...

Terminaron de comer y vieron el atardecer abrazadas, fue una escena preciosa. Una vez anocheció, ya hacia un poco de frío y fueron a la casa que Verónica había rentado para esa noche, era una especie de cabaña o casa en la playa, literalmente estaba en la arena.

Entre risas y besos, entraron juntas a la "cabaña". Pasaron las horas y cuando estaban acurrucadas, Ana se levantó por un vaso de agua. Cuando estaba sirviendo el vaso, sintió unas manos rozar su cintura y unos besos en el cuello.

Al parecer Verónica se había ido detrás de ella, pero...Ana creía saber que quería.

De repente, Verónica la acercó más a ella y le susurraba al oído que fueran a la cama, Ana tomó rápidamente agua y obedeció a su mujer. Una vez en el cuarto, Veronica la apoyó contra la pared y le daba besos en el cuello mientras bajaba lentamente por el mismo. Rápidamente llegó a los senos de Ana, una de las partes favoritas de su mujer, ✨sus senos✨

Con desesperación quitaba las tiras del vestido y el brasier, cuando por fin los tuvo en frente de ella, los miraba con deseo, pero primero preguntó:

-"Mi amor, ¿puedo?"

Ana se sonrojaba de solo ver la forma en que Verónica la miraba, ni siquiera quitaba la vista de sus senos, por lo que solo asintió y dejó que ella rápidamente metiera uno a su boca.

De ahí empezaba a succionar hasta que se quedaba sin aire suficiente, mientras masajeaba y jugaba con el otro, realmente estaba entretenida.

De vez en cuando, mordía un poco los senos de Ana, realmente le gustaban...

Después de un rato, Ana le dijo:

-"Cielo, ya, baja por favor y deja mis pobres senos en paz"

Verónica paró, sacó el seno de su boca y la miró con cara de: "cállate por favor"

Ana se rió y dejó que su mujer hiciera su trabajo, total, le gustaba lo que hacía. Cuando por fin Verónica acabó de disfrutar los senos de su mujer y de dejarlos rojos, decidió que era hora de bajar un poco más.

Entonces metió sus dedos dentro de los pantis de Ana, separó sus labios y empezó a darle suaves masajes en el clítoris. Cuando sintió que Ana estaba completamente mojada, decidió parar y ponerse el arnés, Ana no le gustaba mucho pero Verónica iba a hacer que lo hiciera.

Verónica abrió las piernas de Ana y metió solo la punta, entraba y salía lentamente solo para torturar a su mujer. Después de un rato viendo las caras de dolor de Ana y escuchando sus gemidos pidiendo que lo metiera completo, lo hizo y sin previo aviso tal y como ella se lo hacía.

De ahí, cargó a Ana y entraba y salía rápidamente de Ana, le encantaba sentir la sensación de hacerla suya y escuchar los gemidos de Ana en su oído.

De repente, Verónica paró completamente dejando el arnés completo dentro de Ana, para después decirle:

-"Di que eres mía y hago que te vengas, dímelo Anita"

Ana resistía lo máximo que podía, le gustaba cuando Verónica la maltrataba en esas situaciones y se volvía así de posesiva con ella.

Cuando ya no aguantaba, le dijo:

-"A...amor me duele, me duele mucho, sácalo"

Pero sabía que Verónica no haría nada hasta que no cumpliera sus órdenes...















Resto pasada JAJAJSJAJ <3

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