¿Lujuria?

Capítulo 38-

Era de madrugada, Verónica y Ana estaban dormidas. De repente sonó el teléfono, Ana sabía que una llamada de esas y a esa hora era preocupante.

-¿Sí?

Respondió Ana esa llamada con algo de preocupación, buscaban a Verónica. Quien llamó tenía la voz como si estuviese llorando y sonaba algo desesperada.

Ana no sabía qué estaba pasando, solo vio como su mujer se desmayaba con aquello que le dijeron.

-MI AMOR, ¿QUÉ PASÓ?- le decía Ana desesperada mientras trataba de levantarle la cabeza para que no se golpeara.

Media hora después Verónica despertó, ella abrió lentamente los ojos y al instante empezó a llorar desconsolada. Ana solo la sostenía en sus brazos mientras el frío de la madrugada y la luz de la luna las acompañaba.

Cuando por fin Verónica se calmó, le explicó que debían irse para el funeral de tía más cercana. Su tía era realmente importante para ella y no pudo despedirse. Esos días su tía había estado enferma pero no pensó que era de tal urgencia como para dejar su trabajo e irse a verla.

Los médicos les habían dicho que estaban a la espera de su recuperación, recuperación la cual evidentemente nunca se dio.

Esa misma madrugada empezaron a empacar todo para irse al pueblo de su tía. Claramente tenían que hacer algunas paradas mientras doblaban todo para meter en la maleta por el llanto de Verónica, de repente a Verónica se le venía el mundo encima y se derrumbaba a llorar, su mujer lo único que podía hacer era correr a donde ella y abrazarla.

Una vez salieron, Ana procuraba no pasar por calles muy transitadas para que Verónica descansara por lo menos esa noche, sabía que las próximas no lo haría.

Cuando llegaron al funeral, el ambiente era muy pesado y Ana solo estaba ahí para cuidar de su mujer.

Esa noche iban a quedarse a dormir en la casa de la madre de Verónica, era la casa donde vivía antiguamente Verónica. Su habitación estaba intacta, como si nunca se hubiese mudado de ahí.

A Verónica y Ana les tocó dormir juntas en la pequeña cama de Verónica, era algo estrecha pero sabían que lo último que harían sería dormir.

Verónica se la pasó llorando en el pecho de Ana mientras el llanto del resto se escuchaba por las paredes.

Días más tarde, debían devolverse pero Verónica al parecer no quería y no podía, en nada vendría un abogado a repartir la herencia de su tía y debía estar presente.

Verónica debía compartir la herencia de sus tías con sus primas por parte de otros tíos, debido a que su tía no tenía hijos propios.

-Verónica no debería tener herencia, digo, no estuvo aquí para cuando mi tía, que en paz descanse, falleció- dijo una de sus primas

-Eso, aparte no ha venido a visitarnos desde hace mucho y ahora sí quiere herencia- discutió otra prima

Verónica solo escuchaba y se quedaba callada, no era momento de empezar a discutir por eso, su tía acababa de fallecer y ellas pensaban en discutir por herencias.

Después de unas horas llegó el abogado y al parecer no tenía muy buenas noticias para la familia.

¿Y Ana? Bueno, ella se encargaba de preparar café y consolar a su mujer, no podía hacer nada más.

¿Qué tendría que decir el abogado sobre la herencia? ¿Qué pasaría con las primas?...

Bueno, eso podría esperar porque antes de que el abogado llegara una de las primas quiso mostrarle algo a la familia...

-Tía, ¿sabía que la supuesta noviecita de Vero se anda besando con tipos en fotos?- dijo una de las 2 primas

Ana se quedó en blanco, su boca se abrió por tal sorpresa y todos voltearon a verla. No sabían si les impresionaba mas el hecho de que se refiriera a ella como "su noviecita" o el hecho de que hay fotos de ella besándose con otros hombres.

Eso ya no causaba problemas en la relación de Ana y Verónica, habían quedado en que simplemente eran amigos y que eran unas simples fotos, pero, al parecer eso no lo entendería su familia.

La prima de Verónica acaba de sacarla del closet ante su familia sin ningún tipo de pudor, bueno, Verónica pronto lo haría, pero su prima no tenia el derecho de hacer eso.

Después de tanto tiempo..VOLVÍ 🫶