Capítulo especial (parte 2)

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-¿Qué les costaba comportarse? Ahora están metidas en un problema legal por haberlos agredido y abrirle la cabeza a ella. Sin tener en cuenta de la multa que les puso la discoteca- se escuchaba la voz de Rocío regañandolas en la sala de espera de comisaria mientras Alberto trataba de conseguir un abogado

¿Y Ana?, Ana no quería ni ver a Verónica. Claramente no la iba a dejar sola y menos en ese momento, pero eso no quitaba que estuviera muy decepcionada de ella

Después de unas horas, Verónica y Daniela fueron llevadas al calabozo, la "amante" quien respondía por el nombre Claudia, seguía en el hospital y al parecer le habían puesto al rededor de 30 puntos

Aún no despertaba de la anestesia ya que los médicos decidieron sedarla por el dolor tan intenso, al parecer la señora Castro tenía bastante fuerza

-Dile a Ana que venga a verme por favor- pidió Verónica

-No creo que quiera verte Vero, está muy enojada. Ahora está afuera tomando una aromática con Rocío- le respondió Alberto, pero igualmente fue a traerla

Ana entró lentamente al lugar en que se encontraba Verónica, ¿y Daniela?, Daniela estaba modo chismosa si no fuera hasta que Alberto logró sacarla para que ella fuera al baño y les diera un espacio libre a Ana y Verónica.

-¿Qué quiere señora?- dijo secamente Ana
-Yo..Ana, mírame- decía Verónica con tristeza

Una tristeza habitual, era esa misma tristeza que la hacía llorar cuando discutía con su chica. Su tristeza la hacía pensar en mil formas de que su mujer ya no estuviera enojada con ella, la verdad es que le dolía bastante cuando Ana se mostraba distante.

Ana se sentó en un lado de la celda, aunque más que celda era una habitación con una mesa blanca en medio y dos sillas. Esta habitación no tenía cámaras ni nada, era un lugar provisional donde estarían Daniela y Verónica.

Verónica sin pensarlo mucho se sentó a horcajadas en las piernas de Ana para luego mirarla directamente a los ojos y darse cuenta de lo rojos que estaban de llorar.

Ana había llorado bastante, ella se preocupaba mucho por su chica aunque no lo dijera, quería cuidarla de todo para que nada le hiciera daño pero no podía hacer nada si ella sola se metía en problemas.

-Mi vida no llores- le decía Verónica mientras sujetaba suavemente el mentón de Ana.

Al instante la besó, y aunque el beso no fue correspondido, Verónica se esforzó por besarla con todo su amor.

-Ana bésame, por favor hazlo- le susurraba Verónica entre lágrimas al ver que Ana simplemente no respondía a sus muestras de cariño.

A Ana se le ablandó el corazón por un segundo y terminó correspondiendo al beso que Verónica le pedía. Se besaron hasta cansarse, parecía que no se hubiesen besado en años.

Sin darse cuenta los besos tiernos pasaron a besos candentes, ¿podían hacerlo allí?, bueno, eso era algo que en ese mismo instante estaba en segundo plano.

-Abre las piernas- exigió Verónica apartándose lo menos posible de los labios de Ana

-No, aquí no- respondió Ana

Quien no se esperaba que Verónica se bajara de sus piernas, se arrodillara frente a ella y las abriera a la fuerza.

-Tus piernas siempre van a estar abiertas cuando yo te lo diga, eres mía Ana- le dijo Verónica viéndola fijamente

Poco a poco la ropa iba quedando en el piso hasta que Ana quedó solo en brasier y calzones. Solo era cuestión de hacer para un lado la tela del calzón para poder ver la humedad de Ana, cosa que Verónica se apresuró a hacer.

En lugar de chupar, esta vez prefirió introducir dos de sus dedos lentamente mientras se deleitaba con los gemidos suaves y caras de placer de su mujer...











Picoooos <3

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