-Bien, vamos a bajar como sí nada y si preguntan algo, no fuimos nosotras- Dijo Ana con nerviosismo en su voz.
-Sí claro, y los gemidos fue el demonio debajo de la cama que se pegó en el dedo chiquito- rió Verónica en respuesta.
Ana no prestó mayor atención y bajó las escaleras. Cuando llegó a la cocina y vio a sus papás ahí, sintió un escalofrío por toda su espalda.
-Tienes cara de no haber dormido bien, al pareces alguien tuvo una noche loca- Dijo su padre sin voltearse a verla mientras se servía un vaso de agua.
-¡PAPÁ!, no sé a qué te refieres, pero si es a los ruidos..ya te dije que no fuimos nosotras, fueron los vecinos.- Explicó Ana
-Sí, ya te creí María Guadalupe- cuando su madre se refería así a ella, era algo realmente serio..
En eso, bajó Verónica las escaleras y se miraron fijamente, la tensión en ese momento era súper fuerte. Después de unas horas, los padres de Ana se fueron y todo se quedó ahí. Ana estaba incómoda y pensando en eso, pero Verónica se encargó de despejar todos sus pensamientos con abrazos y besos.
———————Una semana después—————————
-El día que te conocí....-
-Wow, eso fue realmente hermoso Ana, ¿piensas darle esa carta?- Dijo con emoción su mejor amiga Daniela Romo.
-No lo sé Dani, puede ser, pero quiero hacerlo de una manera especial.- Dijo Ana con desdén en su voz por lo dicho.
Y es que Ana quería hacer algo especial, estaba muy emocionada por hacerlo. Pero hacía unos 20 minutos había recibido la llamada de Diana, su hija, en la que le decía que iba a volver a la casa.
¿Cómo le diría eso a Verónica? Teniendo en cuenta lo mal que se llevaban, eso no pintaba muy bien...
Diana iría en 2 días, ese era el plazo que tenía Ana para darle la noticia a su mujer y estaba pensando en cómo hacerlo. Daniela claramente sabía de esta preocupación, de hecho la entendía, pero ella tampoco sabía darle una solución a Ana.
-Lo mejor es que lo hables con ella. Mira, ya casi van a dar las 7 y ella ya va a llegar. Yo me voy así y piensas con más calma.
Cuando Daniela le dio un beso en la mejilla y salió de la casa, los pensamientos de Ana la consumían. El "tic tac" del reloj parecía ir cada vez más rápido en su cabeza y retumbaban por toda la casa.
El sonido de unas llaves la sacaron de ese trance y se apresuró a la entrada de la casa.
En cuanto Verónica puso un pie dentro de la casa, Ana se abalanzó sobre ella y le dio un abrazo. Verónica era quien la calmaba y quien con solo decirle algo lindo, lograba disminuir toda su ansiedad.
-Amor, ¿qué pasa?- dijo Verónica sin poder soltarse del fuerte agarre de Ana.
-Diana va a volver a vivir con nosotras...- dijo Ana sin pensarlo, era mejor decirselo así y sin rodeos.
Hubo un silencio por unos segundos, Verónica estaba en shock al saber esta noticia.
-Oh...está bien amor, no te preocupes, ¿quieres que me vaya?- dijo Verónica como si nada pasara, era una calma un tanto abrumadora y algo extraña ¿cómo lograba mostrarse tan tranquila al preguntar eso?
-!NO¡, Por favor, no te vayas, no me dejes- está vez Ana apretó aún más su agarre, soltarla no era una opción.
-Está bien amor, no me voy, aquí me quedo- Verónica muy sutilmente y con mucha calma, fue llevando a Ana dentro de la casa con ella abrazada a su cintura.
Después de llevarla lentamente, Verónica logró sentarse en el sillón de la sala de casa -Shhh, ya pasó amor, ven sentémonos y me cuentas todo- Exclamó Verónica indicando que se sentara en sus piernas, dando pequeños golpes sobre sus muslos.
-Bueno, sabes que yo le dije que volviera y ella me dijo que lo pensaría. Pues al final sí se decidió en volver y yo no soy quien para negarme, es mi hija. Pero tampoco quiero que te vayas tú, aunque sé que no se llevan de maravilla..- dijo Ana con un poco de tristeza en su voz.
Su tristeza no era porque Diana volviera, de hecho era lo que quería, pero ella también quería a Verónica. Sin pensarlo dos veces, se acurrucó en Verónica, su lugar seguro, y allí descargó todas sus preocupaciones y simplemente se relajó en silencio.
-Ana, mi vida, vamos a organizar su habitación para cuando llegue y yo voy a hacer una comida de bienvenida. Todo va a estar bien, yo voy a poner de mi parte cielo.- le dijo Verónica muy suavemente al oído.
-Mjm- Dijo Ana con su característica voz de niña pequeña.
————————-Dos días después—————————
En unas horas llegaría Diana, le dijo a Ana que estaba con sus amigas y tenía una noticia que darle. Cuando llegó, Ana la recibió muy alegremente, mientras que Verónica le dio un incómodo apretón de manos. Camino a la mesa, había un silencio muy fuerte, no se escuchaba ni siquiera los pasos. Ya sentadas y con la comida en frente, Diana rompió el silencio diciendo:
-Mamá, lo que te quería decir era..pues que yo en nada cumplo la mayoría de edad y veo mejor para mi y para ti que yo viva en una casa propia. Yo tengo unos cuantos ahorros y en cuanto cumpla los 18 compro mi casa. Mientras tanto, me quedaré con mamá.- dijo Diana sin mirar a la cara de Ana
-Pues yo opino que tiene razón Ana, es lo mejor- Dijo Verónica tratando de unirse a la conversación. Cosa que por el contrario, provocó un:
-Nadie le está preguntando qué opina señora.-
De parte de Diana...
Ana se quedó en silencio y dijo por lo bajo:
-Diana, por favor, compórtate-
Nuevamente hubo un silencio incómodo, Ana no quiso decir nada más y Diana o Verónica mucho menos. Cuando todas acabaron de comer, Veronica recogió los platos y Ana acompañó a Diana a la puerta.
-¿Era necesario eso Diana?- le dijo en un susurro con disgusto
-Sí, sí lo era. Esa señora no me cae nada bien y una cosa es que la soporte y otra es que opine en cosas mías.- Contra atacó
Ana se quedó en silencio, después de un rato dijo:
-¿Vas a irte a vivir sola? o ¿vas con el estupido de tu novio?
-Con él no te metas, él no te ha hecho nad..-
-Verónica tampoco y ve cómo la tratas- dijo Ana sin dejarla terminar su frase
Las dos prefirieron dejar ahí su discusión, simplemente no tenía sentido continuar discutiendo algo que ninguna pensaba ceder. Con 2 besos en la mejilla se despidieron, fueron los 2 besos más secos que las dos se habían dado en toda su vida.
Ana esperó a que Diana estuviera lejos y le avisó a Verónica que iba al centro comercial. Aunque ella era una mujer muy sencilla, a veces el ver ropa y zapatos escuchando música la hacía relajarse.
Le responde bien feo JAJSJDJS, pobrecita :(
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¿Lujuria?
RomanceEllas tenían su vida como los demás, hasta que un día, sus caminos cruzaron.