Después de que Ana retomó fuerzas y respiró por unos segundos, dijo:
-Es mi turno, siéntate.
Verónica se emocionó con ese pequeño gesto de autoridad por parte de Ana, así que decidió hacer caso omiso a su petición para ver que haría.
Ana levantó una ceja en seña de entender que estaba retándola, y bruscamente la agarró de las caderas y la sentó en la cama. Una vez sentada, procedió a ponerse detrás de ella para darle besos delicados sobre su cuello, besos mojados y lentos.
Una vez sentia que fue suficiente, decidió recostarla sobre la cama y quitarle el leggin, para así darse cuenta que no tenia calzones. Ana al ver esto, se le iluminaron los ojos.
Procedió a abrir sus piernas para acomodar su cuerpo justo en medio de su intimidad. Pegó levemente su parte contra la de Verónica y creó un pequeño roce entre estas.
Luego, a Ana se le iluminó el foco y pensó en cómo podría penetrarla y al instante abrió su nochero y sacó de ahí un consolador que tenía ahí escondido.
A Verónica le dio risa la picardía de Ana, cuantas veces noches habría utilizado ese consolador para ella.
Mientras que Verónica se fundía en sus pensamientos impuros, Ana se acomodaba en una mejor posición para poder introducirlo con mayor facilidad.
En cuanto Verónica sintió como algo se escurría entre sus labios vag¡n@l€s, salió de entre todos sus pensamientos para así soltar pequeños gemidos por su boca. Estos eran entre cortados debido a la suavidad con la que Ana lo introducía, no le Verónica no esperaba, es que de repente Ana introdujera de repente el juguete hasta el fondo.
Provocando en Verónica un fuerte gemido seguido de sonidos llenos de puro placer.Ana cada vez penetraba con más potencia a Verónica, hasta que en medio de tanta excitación, Ana le susurró con su respiración agitada:
-Dime que eres mía, ¡dilo!
Verónica le excito muchísimo más al escuchar esto, pero una vez más, decidió hacer caso omiso a sus órdenes.
Ana le dijo con mayor autoridad:
-¡O LO DICES O PARO VERÓNICA!
Verónica rodó sus ojos y mordió su labio por tanta excitación y gritó:
-¡Soy tuya! ¡Soy tuya! Lo acepto, ¡soy tuya!
Ana sonrió al escuchar esto y pegó más su cuerpo al de Verónica dejando un espacio para poder continuar con los movimientos.
Pasado unos minutos, Verónica no pudo contener más su excitación y alcanzó el orgasmo que tango suplicaba.
En cuanto el cuerpo de Verónica terminó con los espasmos, Verónica se dio cuenta que Ana seguía dentro de ella. Ana estaba atenta a cada expresión que hacía Verónica.
Verónica dijo:
-Ana, ya puedes salirte de mi jajaja
-Oblígame...Verónica se rió y la empujó para que se saliera. Una vez todo había pasado, Ana se metió debajo de las cobijas y le hizo señas a Verónica de que se metiera también. Pero Verónica dijo:
-Ana...creo que es mejor que me vaya, no debería quedarme. ¿Que va a decir Diana cuando me vea? Nonono, aparte creo que es muy rápido para dormir juntas...perdón.
Espero les haya gustado 🫶
Y perdón, pero después de toda la acción, hacía falta un poco de drama jajajaja
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¿Lujuria?
RomantizmEllas tenían su vida como los demás, hasta que un día, sus caminos cruzaron.