Capitulo 8-

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Ana puso cara de confusión, y dijo:

-A ver Vero, en primer lugar, Diana no tiene que decir nada. Ella ya está grandecita y debe entender. Y por lo de dormir juntas, literalmente nos acabamos de acostar, ¿y crees que es muy rápido para dormir juntas?

Verónica lo pensó unos segundos, y aunque seguía pensando en que sería muy vergonzoso que Diana se diese cuenta que durmió en casa sabiendo que la acababa de conocer la noche anterior. Pero decidió de una u otra forma, no podría negarse, sería absurdo hacerlo. Por lo que dio un pequeño suspiro y se envolvió entre las cobijas con Ana.

Toda la noche se la pasaron abrazadas y la una abrazada a la otra. Hasta que en la madrugada, Verónica se despertó porque escuchó el cierre de la puerta de la entrada, efectivamente, era Diana.
Había llegado borracha de la fiesta sobre la que Ana no le dio permiso de ir. Verónica sintió un pequeño miedo por dentro sobre qué podría pasar mañana, realmente sabía que habría una gran pelea.

Verónica estaba tan sumergida en sus pensamientos, que no se había fijado en que tenía a Ana abrazada a su cintura por el lado derecho de su cuerpo, y su carita escondida en su cuello. Realmente se veía preciosa. Desprendía tal paz, tal dulzura y calma, que Verónica al verla, no pudo hacer más que admirarla. Todo esto estaba acompañado de la calma de su respiración debido al sueño tan profundo en el que se encontraba.

Después de observarla unos minutos, decidió relajarse y acomodar más su cuerpo para pegarlo al de Ana. Le dio pequeños piquitos y procedió a agarrarla de la cintura y pegarla a ella. Ana soltó un pequeño quejido en seña de que se había despertado. Verónica la abrazó y le dijo:

-Duérmete mi amor, no pasa nada.

Ana solo asintió y así se quedaron dormidas hasta la mañana.









No fue tan largo, pero siento que fue muy lindo <3
Espero les guste.

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