CAPÍTULO 4

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Se llegó a la conclusión de que el incendio fue intencional. Alguien quería a los Strong muertos o al menos a uno de dos.

El castillo fue un total caos en la semana que siguió al intento de homicidio. Lyonel y Harwin obtuvieron nuevos aposentos custodiados por tres guardias cada uno. Los únicos con autorización para visitarlos los primeros días fueron Larys, el mismísimo Rey y el maestre que se encargaba de sus curaciones diarias.

Por suerte los daños no fueron de riesgo de muerte, tal es así que las gargantas impregnadas de ollin tuvieron una rápida limpieza y recuperación, y las quemaduras fueron tratadas con cataplasma de sábila.

Lady Strong fue notificada de lo sucedido y emprendió un rápido viaje hasta la fortaleza junto con el tercer hijo de Lyonel, Lyall Strong.

La mujer permaneció al lado de su esposo de manera incondicional, y las únicas veces que se separó de él fue para visitar a Harwin. En ocasiones fue ella quien llevó a cabo las curaciones, y Lyall en pequeños lapsos de tiempo invitó a los guardias a comer algún que otro bocadillo cuando la mirada de sus superiores no los vigilaba. Según él era lo mínimo que podía hacer por los custodios de su padre y hermano.

La presencia de los Strong fue solicitada en una reunión del concejo, necesitaban dejar sentado como se llevaría a cabo la búsqueda del culpable y el posterior juicio.

Las preguntas variaban de acuerdo a quien las hacía, pero la que se mencionó más de una vez fue: ¿Quien se beneficiaría de la muerte de la mano del Rey o del comandante de la Guardia?

Las opciones fueron contadas con la mano, pero al final de la reunión la hipótesis definitiva fue que la persona que provocó el incendio iba por Harwin y no por Lyonel. El primogénito vivía expuesto a las malas intensiones de los desconocidos debido a su trabajo y no sería el primer comandante en ser amenazado.

Durante la junta Rhaenyra no paró de pensar en su propia teoría y en quien podría ser autor de la reciente catástrofe. Sin embargo tenía miedo de ir más allá de los límites y provocar un disputa para la cual no estaba preparada ni tenía evidencia segura.

Estaba furiosa y tenia hambre de justicia.

Laenor y ella hablaron mucho del tema en la privacidad de sus aposentos, lejos de los niños y de los oidos ajenos, y ambos estuvieron de acuerdo en una sola cosa.

¿Quien más podría sacar provecho de la muerte de Lyonel además de su reemplazo confirmado? Definitivamente Otto estaba detrás de todo esto, y por extensión también Alicent. Aunque, dudó Laenor, la posibilidad de que ella haya participado era casi nula.

Rhaenyra quería creer que su vieja amiga no sería capaz de aquello. Quería darle el beneficio de la duda.

El día fue dedicado a las juntas. Debían establecer los cargos y enumerar a los sospechosos y a los testigos para así dar inicio a un juicio justo.
Como fue de esperarse el nombre de Otto nunca se mencionó.

Lady Euphemia Strong no dio el brazo a torcer y buscó la aprobación de la corona para que el culpable sea enviado al muro. Una vez que consiguió una respuesta positiva marchó nuevamente al lado de Lyonel.

Al final de la jornada, casi después del mediodía el hermano menor de Harwin se acercó a los príncipes y, en pocas, pero aún así valiosas palabras les dio las gracias por salvar a su hermano mayor.

-Verán, es importante para la familia, más de lo que él mismo cree.

El joven Lyall a pesar de tener dieciseis años daba el porte de un adulto bien portado. Habló con propiedad cuando se le fue concedida la palabra y agradeció los esfuerzo del Rey y la Reina por encontrar al responsable

Warrior, Mother and MaidenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora