CAPÍTULO 16

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Como resultado de la mutilación de Lucerys, temas pasados reavivaron llamas que Rhaenyra y Harwin creyeron extintas. El cuestionamiento de la paternidad de los niños Velaryon durante la cena, aunque había sido sutil, dejó mucho de que hablar. Los rumores que se habían disipado considerablemente hace tiempo volvieron a alzarse sobre sus cabezas.

—Jace ya sospecha, lo mejor que podríamos hacer es decirles la verdad— propuso Harwin.

—Me odiarán por haberles mentido.

—No lo harán, sabrán entender las circunstancias.

Rhaenyra temía por la reacción de sus hijos, por el cómo tratarían a Harwin en adelante o cómo se sentirían ellos mismos.

Era difícil tomar esa decisión. Rhaenyra puso en tela de juicio su propio rol como madre y se enfureció al sentirse miserable. No podía desahogar sus pesares con nadie más excepto Harwin, ni siquiera con Alicent, que ya habían vuelto a abrir las puertas de la confianza recíproca, entonces algunas veces se contenía para no agobiar tanto a su esposo. 

Pensó una y otra vez la forma de decirle a sus hijos quien era su padre de sangre, algunas veces se frustraba y lloraba, otras era contenida por Joff que ni siquiera entendía por qué su madre sollozaba, y cuando el discurso que tenía en su mente no funcionaba salía a dar un paseo por los jardines.

Harwin compartía su angustia, era difícil también para él dar vuelta el mundo que sus hijos conocían. Si, era su padrastro y había congeniado de maravilla con ellos tomando ese puesto, pero la inseguridad de ser aceptado como verdadero padre seguía pellizcándolo.

Finalmente reunieron el coraje y planearon juntos la escena donde les dirían absolutamente toda la verdad. Sin embargo se chocaron con que sus niños estaban creciendo y ya no estaban tan al pendiente de sus padres.

Luke desaparecía casi todos los días con su dragón y Jace pasaba las mañanas en el patio de armas y las tardes en compañía de Helaena.

Sus pequeños hijos comenzaban a volverse más y más autosuficientes, y si bien eso no molestaba a Rhaenyra, le dejaba un vacío que toda madre siente al ver que ya no la necesitan como antes.

Con suerte lograron separar a Jace de Helaena por unas horas, y encontrar a Luke de vuelta de una excursión que se había extendido hasta Harrenhal.

Los reunieron a los dos en los aposentos del matrimonio y comenzaron a dar explicaciones, o al menos quisieron hacerlo.

—¡Harwin es nuestro padre! —exclamó Luke interrumpiendo de repente a su madre.

—¡Luke! —Jace golpeó la nuca de su hermano haciendo que éste le devolviera un tirón de oreja.

Ambos comenzaron a pelear y decir cosas como "dijimos que esperaríamos" "lo lamento, no me aguanté". 

—¡Muchachos!—llamó Harwin con imponente voz —Uno a la vez ¿Pueden explicarnos, por favor?

Dieron una respuesta corta y concisa. Ellos ya sabían sobre la legitimidad de sus nacimientos, Rhaenyra y Harwin estaban estupefactos ante la revelación pero mantuvieron la calma y siguieron interrogando.

—¿Cómo se dieron cuenta?—preguntó la princesa tomando la mano de su esposo.

—Bueno...deducción madre. — dijo Jace— Los rumores apuntan a una cosa, y viendo que tú siempre defendiste a Harwin de todos y lo incluiste en nuestras vidas mucho más que a cualquier otro guardia, no fue difícil sacar conclusiones. 

—Además tenemos espejos, aunque el abuelo siempre me dice que tengo la nariz de la abuela Aemma —Luke también aportó lo suyo haciendo que Harwin y Rhaenyra rieran por su ternura. 

Warrior, Mother and MaidenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora