ღCapítulo 25ღ

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CAPÍTULO 25"Aprender a soltar"

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CAPÍTULO 25
"Aprender a soltar"

En el momento que Lucía me dijo lo de Alex, salí inmediatamente de mi casa para encontrarme con ella a un par de cuadras e ir a ver a nuestro amigo. Estaba muy nerviosa por lo que podía haber pasado, yo sabía que el hecho de qué sea reservado con lo de Priscila iba a terminar mal.

—Alex —llamé, tocando el timbre al mismo tiempo una vez que estábamos en la puerta de su casa.

—Alex, abre la puerta —ordenó la rubia, preocupada tomando de nuevo el timbre.

A los pocos minutos, se escuchó a nuestro amigo abriendo la puerta y cuando su rostro apareció Lucia inmediatamente lo abrazó y yo entré a la casa y cerré la puerta. Todavía hacía mucho frío, pero el hogar de mi amigo era muy cálido.

—¿Cómo está ella? —pregunté, y él pasó sus manos por su cara.

Le di un beso en la mejilla y también lo abracé, al separarnos habló triste.

—Llegó a urgencias y a los pocos minutos entró directo al quirófano.

Lucía maldició en voz baja y solté un suspiro frustrada por la noticia.

—Pobre, Priscila es muy jóven para entrar a un quirófano.

—Es muy joven para tener apendicitis de por sí.

Caminamos hasta el living y Alex se sentó en el sillón, Lu se sentó a su lado y yo al lado de ella.

—Todo es mi culpa —murmuró, luego de estar varios segundos en silencio.

Lucia puso una mano en su hombro, muy apenada por la situación y yo traté de darles unas palabras de consuelo.

—Sea lo que sea que haya pasado entre ustedes no tiene nada que ver con lo que le está pasando ahora.

Alex soltó un suspiro, muy angustiado.

—Sí, fue mi culpa.

El celular de nuestra amiga empezó a sonar con una llamada entrante, molesta contestó a su hermana y se alejó unos metros para hablar con ella.

—Alex. —lo llamé y él me miró —Sé que pasó algo antes de que ella fuera de urgencias, y quiero que sepas que tenés toda la libertad para decírmelo.

Se acercó a mí y quedó mirándome atentamente, Lucia volvió enfadada y se sentó nuevamente en el sillón.

—Me tienen harta, quieren que esté en mi casa en veinte minutos.

—No te preocupes, podés irte tranquila, yo me quedo con él.

Lucía hizo mala cara, —¿Segura? —miró a Alex —¿Te molesta?

—No, para nada —respondió, con una sonrisa triste.

Se levantó y me dió un beso en la mejilla, después saludó a nuestro amigo con un fuerte abrazo.

Mi primer amor [Love#2] ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora