Acelera mi corazón... 2

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___ rió y asintió.

- Gracias Erick, el concierto empieza a las ocho, trae a quien quieras pero lleguen a las siete, te paso mi número para que puedas avisarme cuando estés aquí y salir por ti - Le dijo ___.

___ y Erick se pusieron de acuerdo y se pasaron sus números olvidando por completo que yo estaba aquí, eso sin duda comenzaba a fastidiarme.

- ¿Terminaron de jugar a los amigos felices? - Pregunté molesto.
- Tan bien que la estábamos pasando - Dijo ___ poniendo los ojos en blanco.
- Nos vemos más tarde ___ - Dijo Erick con una sonrisa - Te esperaré por allá Christopher - Aviso - Golpealo si puedes linda -.

Ellos volvieron a chocar sus manos y por fin Erick se fue.

- ¿Qué estás haciendo aquí? - Preguntó ella mirándome mal.

¿En dónde esta la sonrisa que le dio a Erick?

- ¿Por qué no respondes mis llamadas? Te he dejado mil mensajes - Dije.
- Que raro, no tengo ni uno solo - Dijo burlona.
- Pues claro, ¿Qué hice para que me bloquearas? - Inquirí.
- ¿En serio lo preguntas Christopher? -.

Si antes estaba enojada ahora lo estaba más.

- Lamento ser tan despistado, ¿Puedes refrescar mi memoria? - Pedí.
- Eres un idiota, me mentiste - Afirmó.
- ¿En qué? -.

Ahora sí que estaba perdido.

- Una noche antes de que mi vuelo saliera para acá dijiste que no podías acompañarme al aeropuerto porque estarías hasta tarde en el estudio con los chicos, y yo como estúpida te creí - Comenzó a decir.
- Y fue verdad - Dije.
- ¿En serio te sigues creyendo tu mentira? - Me miró incrédula.
- ¿Por qué dices que es mentira? -.
- Porque casualmente 'los chicos' - Hizo comillas con los dedos - Ahora tienen voz de mujer y les encanta dejarme saber que pasaron una noche llena de sexo salvaje contigo en tu departamento, en donde se supone que no estarías -.

Ay no, ahora podía entender todo, ¿Cómo pude ser tan tonto?

- Nena, yo - Trate de decir.
- Nena nada, eres un mentiroso, sube tu asqueroso trasero de vuelta a tu auto y déjame en paz, seguramente ya hay alguien que vas a tirarte esta noche - Mencionó enojada.
- ___, escúchame por favor - Pedí.
- Mi gente me espera Christopher, déjame en paz -.
- ___ -.

Sin la intención de escucharme, ___ se dio la vuelta y comenzó a caminar de regreso al escenario, ahora sí se había enojado demasiado, y con justa razón, se supone que estoy tratando de "conquistarla" y ahora una chica le respondió las llamadas, que imbécil soy.

- ¿Y su beso de despedida? - Preguntó Erick burlón una vez que me subí al auto.
- No hables Erick - Respondí.

Ahora tenía que pensar en una manera de pedirle perdón y volver a tenerla conmigo.

- ¿Qué harás si no quiere verte? - Cuestionó.
- Todos vendremos al concierto - Dije.
- ¿Quiénes son todos? - Inquirió.
- Zabdiel, Richard, tú y yo -.
- Estás loco, tú no - Aseguró.
- Erick por favor, necesito que me escuche y me perdone -.
- Va a terminar corriendonos a todos por tu culpa -.
- ___ no es así, por eso tienes que ayudarme a disculpar - Pedí.
- ¿Y cómo? -.
- Escúchame bien - Dije.

___'s POV.
Verlo sin duda alguna acelera mi corazón de una impresionante manera, mis ojos brillan con tanta intensidad que mi mente pierde la razón, Christopher es el motivo de mis suspiros y mis versos de amor, no somos novios aún porque se supone que nos estamos conociendo mejor y él está tratando de conquistarme, pero siempre hace algo que arruina todo, y aunque me molesto demasiado algunos días no puedo alejarme por completo de él porque en verdad me vuelve loca, desde que lo conozco me gusta y ahora que puedo estar con él me siento más viva, la felicidad me brota por los poros y eso no puedo evitarlo.

- ¿Qué quiere ahora? - Preguntó Emiliano poniendo los ojos en blanco.

Mil veces me ha dicho que debo alejarme de él porque no demuestra que en verdad quiere algo serio conmigo como yo con él.

- No lo sé, no dejé que me dijera nada, estoy enojada con él - Respondí.
- ¿Por cuánto tiempo? ¿Dos, tres días? - Cuestionó burlón.
- Emi - Dije haciendo puchero - Tú sabes que me gusta mucho -.
- Y probablemente tú a él también, pero no de la misma forma -.
- Ni tú ni yo podemos saber eso - Dije.
- Ay ___, ¿Cuándo se te caerá la venda de los ojos? - Me miró afligido.
- Mejor voy a seguir cantando porque me esperan - Mencioné cambiando el tema.
- Piénsalo bien pequeña -.

Yo solo asentí, siempre evito pensar a fondo en lo que Emiliano me dice porque sé que tal vez llegaré a la misma conclusión que él y no quiero, me gusta pensar que Christopher me quiere como yo a él, cuando estamos juntos me lo dice al oído mientras besa cada centímetro de mi piel, menciona cuánto disfruta estar conmigo y lo feliz que lo hago, por eso y lo bien que me hace su compañía es que no puedo negarme a nada y mucho menos decirle que se aleje por completo, no pierdo la ilusión de que en algún momento él va a cambiar y podrá ser solo para mí.

(...)

La hora del concierto se estaba acercando, mi maquillaje y peinado ya estaban listos pero aún me sobraba una hora para vestirme, así que primero atendí la llamada de Erick que me avisó que estaba afuera, en compañía de algunos guardias de seguridad salí por él.

- Oh, Erick, trajiste a todos los chicos, que maravilla - Mencioné dejando un beso en su mejilla.
- Que linda te ves, no se podían perder de esta gran noche - Aseguró.
- Gracias - Dije con una sonrisa.
- Hola ___, ¿Cómo estás? -.
- Hola Richard, muy bien gracias -.
- ¿Qué tal ___? Te ves muy bien -.
- Muchas gracias Zabdiel, pasen por acá - Comenté.

Antes de que pudieran caminar Erick habló.

- Espera un segundo -.
- ¿Pasa algo? - Pregunté confundida.
- De ninguna manera iba a perderme el concierto de mi princesa - Mencionaron detrás de Erick.
- Christopher - Dejé salir.

Mis ojos fueron hacia el gran arreglo de flores que traía con él, el peluche en forma de oso que traía un pequeño cartel que decía "¿Me perdonas princesa?" Y una caja de mis chocolates favoritos.

- Esa noche en realidad no pasó nada, bebí de más y aquella chica que te respondió me llevó a mi departamento pero ni un solo cabello le toque, me la paso pensando en ti bonita, ¿Me perdonas por favor? Sabes lo mucho que te quiero - Dijo.

|¿Dónde está el amor?| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora