Que idiota eres Christopher... 22

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|Semanas después|

Christopher's POV.
Estaba tan aliviado, al fin Adrien se había ido de Miami, ___ ahora no se negaría a salir conmigo, quiero llegar hasta donde sea necesario con ella, y sé que sin él aquí quizá pueda recuperar la confianza que perdió en mí.

- Hola bonita, ¿Qué haces? - Pregunté una vez que me respondió la llamada.
- Hola Chris, terminé de bañarme, ahora no sé que ponerme, tengo ganas de ir por un pastel, ¿Me acompañas? - Inquirió.

Solo eso quería escuchar.

- Por supuesto que sí bonita, ¿Te parece si paso por ti en media hora? - Propuse.
- De acuerdo, aquí te veo -.
- Sale preciosa, bye -.
- Bye Chris -.

Me di una ducha rápida para vestirme y ponerme un poco de loción, ¿Cómo podría explicar mi deseo de hacerle saber que la quiero de vuelta conmigo? Es que recuerdo cómo eran las cosas antes y en verdad la necesito dándome cariño, haciéndome sentir amado por ella, esperado, completo con sus besos y caricias, daría lo que fuera por lograr obtener uno de esos apodos con cariño que salen de sus labios.
Lo que sentí cuando volví a besarla, a abrazarla, tan solo a dormir con ella, es algo que seguramente no podré sentir con nadie más a menos que me haga perder la cordura tal y como lo hace ___.
Sin más tomé mi cartera, las llaves de mi departamento y del auto y salí para entonces dirigirme al de ___, quiero verla ya, pero también quiero darle su tiempo para que no se vea presionada, así que me tomé el atrevimiento de pasar a comprar un ramo de girasoles y rosas rojas, las acciones valen más que mil palabras, y aunque las flores no alcanzan a decirle todo lo que me hace sentir, al menos espero que le alegren el día.
Una vez que llegué a su casa bajé del auto y toqué el timbre, ella a los minutos me abrió y me miró con una sonrisa.

- Hola Chris - Dijo.
- Hola bonita -.

___ besó mi mejilla y yo la suya y me envolvió en un abrazo dulce.

- Espero que te gusten, no pueden hablar y decirte cuánto es que te quiero, pero espero que su belleza te haga feliz - Mencioné.

Ella me miró con una sonrisa llena de ternura mientras tomaba las flores.

- Chris, gracias, no imaginas cuanto es que me gustan, son en verdad un signo de cariño muy bonito - Comentó.
- Algún día serán un signo de algo más, ya verás - Aseguré.
- ¿Tan seguro estás? - Preguntó interesada.
- Tan seguro como el hecho de que te ves preciosa -.
- Oh vaya, ya comienzo a creerte - Dijo divertida haciéndome reír - Pasa, dame cinco minutos, me pongo los tenis y ya -.
- Pero así te ves adorable - Dije.
- Dime que no notaste las pantuflas - Dijo sonrojada.
- Fue lo primero que ví cuando abriste la puerta, y créeme, si pudiera verte todo el tiempo así sería feliz - Admití.
- No mientas por convivir - Dijo graciosa.
- No miento - Dije riendo - Podrías haber salido con el cabello en la cara porque acabas de despertarte y así me gustarías aún más -.
- Voy a comenzar a creermela Chris - Advirtió.
- Hazlo bonita, créeme, nada será una mentira - Dije acariciando su mejilla.
- Iré por mis tenis - Dijo cuando pareció recobrar su postura, sus labios y los míos ya estaban cerca.

Así que sin realmente quererlo la dejé ir, debo darle su tiempo, aunque por dentro me muera de ganas por besarla.

(...)

Estábamos esperando que nos trajeran nuestra orden, mientras tanto ___ me platicaba emocionada acerca de su nueva gira, iniciaría en Estados Unidos y continuará por Latino América.

- Ya sé en qué voy a invertir éstos próximos meses - Mencioné.
- ¿Y puedo saberlo? - Preguntó curiosa.
- Por supuesto, aviones y conciertos - Dije.
- ¿O sea cómo? - Inquirió.

Yo reí ligeramente ante su confusión.

- Pretendo ir a todos tus conciertos, al menos hasta donde me alcance el tiempo antes de iniciar nuestra gira -.

Ella abrió los ojos sorprendida.

- Mientes - Mencionó incrédula.
- No bonita, hablo en serio - Afirmé.
- ¿Lo prometes? - Cuestionó.
- Lo prometo -.

Sin verlo venir ella se levantó de su asiento y rápidamente se acercó a mí para abrazarme, de alguna forma quedó sentada en mis piernas y entonces aprovechó la oportunidad para dejar algunos besos en mi rostro provocándome cientos y cientos de emociones.

- Ay, Chris, eres tan lindo, pero no hará falta que gastes, tendrás el placer de llegar conmigo, si tú quieres, claro - Dijo.
- Solo loco desaprovecho esa valiosa oportunidad -.

Fue algo totalmente inconsciente, pero lo siguiente que hice fue besarla, ¿Lo mejor de todo? Fue que ella no se opuso.

- Te quiero Chris - Mencionó.

Eso me había llenado el alma por completo.

- Yo también te quiero bonita -.

(...)

___ y yo pasamos el resto de la mañana juntos, iban a ser las tres y honestamente yo no tenía ganas de separarme de ella ni un solo segundo.

- ¿Tienes ocupado el resto del día? - Pregunté.
- Mm, creo que no - Dijo tratando de recordar si tenía algo que hacer - ¿Por qué? - Inquirió.
- Es que te tengo una propuesta -.
- ¿Me va a gustar? -.
- En realidad eso espero - Dije divertido.
- Bien, entonces ¿Cuál es? -.
- ¿Qué te parece si vamos a comprar lo necesario para cocinar, y también algunas golosinas y nos vamos a mi departamento a ver películas y a comer como dos amantes de lo bueno, la comida? - Propuse.

Solo rogaba porque ella dijera que sí, o de lo contrario seguramente me rompería el corazón.

- Creo que sí tengo algo que hacer - Dijo desviando la mirada, parecía un tanto nerviosa.

Maldita sea, ¿Cómo pude imaginar que así tan fácil ella querría estar conmigo? Claro que ___ no deseaba pasar todo el tiempo del mundo a mi lado, al menos no como yo quería pasarlo a su lado, debí suponerlo y dejar de hacer preguntas y propuestas que aún no tienen o no pueden tener respuestas positivas para mí, que idiota eres Christopher, ya la cagaste, pensé.

|¿Dónde está el amor?| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora