El cadáver de un muerto... 39

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Christopher's POV.
Un mes, un bendito mes fue el que tuvo que pasar para recibir la llamada que tanto anhelaba que llegara, que mucho tiempo esperamos y que ayer finalmente recibimos.
Inmediatamente después de eso volamos a España y estamos presentándonos en la estación para escuchar lo que ese imbécil tiene por decir, tanto tiempo de angustia valió la pena porque yo me voy a encargar de que no salga de la cárcel jamás.

- Adrien, ¿Por qué lo hiciste? - Comenzó a preguntar un oficial mientras los abogados de mi novia, ella y yo observamos y escuchamos todo junto al comandante y otros oficiales sin que ese tipo supiera.
- Porque no tenía opción - Respondió.
- ¿No tenías opción? ¿De qué hablas? -.

Él mantuvo baja la cabeza hasta que finalmente se atrevió a mirar al oficial a la cara.

- Por supuesto que ___ jamás, por ningún motivo iba a decirme que podría darme aunque sea un último beso, ella nunca va a traicionar a quien estúpidamente ama - Dijo con coraje, podía verlo en su rostro - Ese idiota, Christopher me quitó lo que más amaba en este mundo, ese tipo me arrebato mi felicidad, destrozó mi vida queriendo competir conmigo y ganando no sé cómo el corazón de la mujer que voy a amar siempre -.
- Cuando amas no lastimas Adrien - Dijo el oficial.
- Y me arrepiento de haberla obligado, de haberla lastimado como lo hice, pero yo lo merecía, yo le di todo de mí, un amor incondicional, y de repente pasan tres años y ella no pretende ni siquiera reconciderar su decisión porque está feliz con él, porque Christopher lo tiene todo con ella mientras yo observo como me la arrebató sin importarle nada - Mencionó con un gran recelo hacia mí - Se presentó como si nada, volvió luego de tantos años cuando su corazón ya estaba reparado, cuando ___ ya era feliz y me amaba, decidió que ahora sí estaba enamorado y la quería recuperar, decidió que Adrien tenía que irse a la mierda y quitarle un amor que luchó por conseguir y hacer feliz, y ella, ___ prefirió irse con el pasado, darle su corazón a quien no lo merecía y no se arrepintió, y yo aquí como imbécil, sintiendo culpa por lo que le hice cuando solo le quite un poco de lo que me debía, de lo que yo le dí, porque también volví como si nada, pero no esperando que ella tuviera dudas otra vez, porque sabía de sobra que para ___ yo ya no valía nada -.

Este tipo está mal de la cabeza, definitivamente no está pensando con claridad, aunque hasta cierto punto creo que tiene razón, me presenté cuando ella ya había reparado su corazón herido, con ayuda de él debo admitir, y no me detuve a pensar que dañaba el corazón de otra persona, ¿Qué hubiera sentido yo en su lugar? Quizá mucho peor por haberla perdido, pero eso no le da el derecho de obligarla a hacer cosas que no quería, que no dio consentimiento de que pasaran, su ser herido no tenía el derecho de tomarla a la fuerza y lastimarla cómo lo hizo, esa siempre será su grande culpa.

- Adrien, arruinaste tu vida por obligarla, por drogarla y abusar de ella - Mencionó el oficial.
- Te equivocas, yo ya estaba arruinado, yo ya lo había perdido todo, él fue el culpable de eso, ___ fue la causante de que me sintiera tan roto que mi refugio fueron las drogas y el alcohol, esa mujer puede llegar a lo profundo de tu corazón y romperlo todo cuando se va porque su pasado no la puede soltar, y no se merece que yo la siga queriendo como lo hago, pero no puedo cambiar lo que siento, no puedo dejar de verla y recordar el tiempo que vivimos juntos, ella me juro amor y sin embargo se lo da a otro - Golpeó la mesa con enojo.
- Nada te da el derecho de violar a una persona, no tienes justificación para tus actos -.
- ¿Y sabes qué? Lo volvería a hacer, porque solo así podré dejar de sentir este vacío que he soportado por tres años viendo como ella es feliz y yo no - Afirmó.
- Tenías que buscar ayuda, un profesional pudo ayudarte a superar esa pérdida con la que no pudiste solo -.
- Nadie iba a poder ayudarme, yo ya estaba hundido, ¿En serio crees qué me atraparon por qué son muy buenos en lo que hacen? Por favor, no me hagas reír - Se burló.

¿Qué carajo?

- Si estoy aquí es porque yo lo decidí, porque ya te dije que volvería a tomar a ___ las veces que me dieran la gana, porque no me iba a temblar la mano para matar a ese jodido hijo de puta, pero la cárcel era mi salvación a condenarme por el resto de mi vida con las manos llenas de sangre de alguien que odio con cada parte de mi ser y ni siquiera eso merece, no voy a darle ese gusto también - Dijo con una sonrisa burlona que honestamente, provoca angustia.
- Así que fue tu decisión terminar aquí - Comentó el oficial.
- Por supuesto, lamentablemente mi madre supo dónde llegarme, sabía que era un error tratar de comunicarme con ella, pero esa única llamada que hicimos me hizo ver qué tenía razón y aquí me tienes, les hice fácil su tarea, agradezcan a mi mamá, porque unos cuantos días más en la calle y lo próximo que iban a recoger era el cadáver de un muerto que me lo arrebató todo - Aseguró.

Mierda, verdaderamente hay actos que no tienen justificación, hay cosas en las que el ser humano no piensa con claridad y comete acciones que traen graves consecuencias, y me aterra pensar que pudo haberme quitado la vida, que hubiera encontrado la manera de tomar a ___ nuevamente, no hay forma de ayudarlo, no hay forma de evitar que pague cómo lo merece, él solito ha cabado su tumba, y quisiera arrepentirme de haber contribuido en cierta parte a que me odiara, pero en el corazón no se manda, cuando está seguro del amor que siente hacia otra persona, pasan los mejores tres años de la vida repletos de todo lo bonito que da el amor.

|¿Dónde está el amor?| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora