Jesse [+18] | JUSTIN BIEBER

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Justin, 26 años. Vancouver, Canadá.

–Necesito saber cómo esta James. –Me di golpes en la cabeza con el escritorio en el que llevaba horas sentado, porque James no dejaba de hacerme preguntas de la organización.

–Puedo llevarte a verla, cinco minutos. –Me apunto. –Pero no puede vernos nadie, ni siquiera su mama. –Lo mire. –No puedes abrir la boca, no puedes correr, no puedes hablar.

–¿Qué tengo que hacer?.

–Tienes que hablar. –Suspire y pase mis manos por mi cara.

–No puedo.

–¿Por qué?.

–¿Qué pasa si no debía confiar en ti? Me enseñaron a soportar torturas por semanas, no sabes cuanto soy capaz de aguantar.

–Solo quiero ayudarlos, la organización trafica mujeres.

–Eso no es la organización es Bob, se termina con Bob, no hay más que puedan hacer.

–¿Qué hay de las armas? ¿De dónde vienen?.

–Pregúntame lo que sea de Bob, no se mucho más que eso.

–¿Cuándo comenzaste a trabajar con Bob?.

–Cuando tenía doce. –Susurre y mire hacia abajo. –Me enseño el negocio familiar y luego comencé a vender las drogas, es de lo único que me encargué, Alex y Christian se encargaban de otras cosas.

–Si eres Jesse Bieber, ¿Qué paso desde los cuatro años hasta los doce?.

–Viví en Italia hasta que cumplí ocho años. –El frunció el ceño y escribió en su cuaderno. –¿No tienes computadora?.

–Pueden intervenirla, esto es confidencial. –Asentí. –¿Por qué te llevaron a Italia?.

–Me llevaron para entrenarme, volví cuando hice mi juramento para la organización, he sido el único que ha tenido su iniciación a los ocho años.

–¿Por qué?.

–Porque mate a tres idiotas que se metieron a mi casa con una pistola, demostré lealtad, termine mi entrenamiento y me trajeron de vuelta aquí.

–¿Qué hiciste desde los ocho a los doce?. –Aclare mi garganta y mire a otro lado.

–Nada.

–¿Qué viste?.

–Nada interesante, seguí entrenando hasta que me hice más fuerte.

–¿Te dijeron como era que movían a las chicas?. –Negué. –No me vas a ayudar. –Negué. –Está bien. –Busco en los documentos de su carpeta. –Hablaremos solo de Claire esta vez para terminar su papeleo y luego intentare llevarte a verla.

–Eso no es justo, dijiste que me llevarías no que lo intentarías.

–Necesito autorización del doctor.

–Entonces no hablare, necesito que me lleves, no que intentes, no me quedare tranquilo hasta que la vea y pueda tocarla, asegurarme de que está viva.

–Está bien, te llevare es una promesa.

–Júralo. –Lo apunte. –No es lo mismo prometer que jurar, júralo.

–Está bien, lo juro, te llevare a verla. –Tome aire.

–Mi trabajo nunca fue meterme con las chicas, eso era trabajo de Alex, de hecho, Bob lo envió a espiarla por semanas antes de traerla, no sé si Bob sabía que estábamos "relacionados" por esa mierda de Jesse, cuando llego estaba con unos compañeros y ella me dijo Jesse, no lo sé, supongo que sentí alguna conexión.