t w e l v e

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Justin, 26 años. Stratford, Canadá.

El tic-tac del reloj retumbaba en mis oídos, marcando los segundos que se acercaban inexorablemente hacia un momento que había temido y anhelado durante años. Estaba parado en la sala de nuestra nueva casa en Stratford, con el corazón golpeándome el pecho con fuerza, mientras esperaba la llegada de mi padre biológico. Cada latido resonaba con la incertidumbre y el miedo que sentía en lo más profundo de mi ser.

El tiempo parecía haberse detenido mientras repasaba mentalmente todas las posibles formas en que este encuentro podría desarrollarse. ¿Estaría él dispuesto a escucharme? ¿Podría alguna vez perdonarme por las acciones que él creía que había cometido? Las preguntas danzaban en mi mente, pero ninguna respuesta satisfactoria se presentaba.

–Esta aquí. –Pattie me miro sonriendo. Me levanté del sofa mientras la veía caminar hacia la puerta.

Cuando la puerta se abrió finalmente y él entró en la habitación, sentí un nudo en la garganta. Su presencia llenó el espacio con una solemnidad que casi podía palparse. Su mirada fría y distante me atravesó como una hoja afilada, dejándome desnudo ante su juicio implacable.

El silencio llenaba la habitación cuando finalmente nuestras miradas se encontraron. Mis palabras se atascaron en mi garganta mientras luchaba por encontrar la fuerza para romper el hielo que nos separaba.

–¿Es él?. –Su voz resonó en el aire, cargada de una mezcla de sorpresa y desdén. Asentí con la cabeza, tragando saliva antes de intentar responder.

–Sí, soy yo. Soy Justin. –Hubo un destello de reconocimiento en sus ojos, seguido rápidamente por una ola de desprecio.

–¿Qué quieres? ¿Por qué estás aquí?.

–Jeremy. –Pattie susurró. Ella tomo mi mano y me dio un suave apretón, ella quería decirme que estaba en esto conmigo. Mi corazón se hundió ante la frialdad en su tono, pero me obligué a mantener la compostura.

–Quiero conocerte. Quiero entender por qué te fuiste, por qué nunca intentaste encontrarme. –Él se rió amargamente, como si mi pregunta fuera ridícula.

–¿Por qué debería haberte buscado? No eras más que un error, un remanente de un pasado que preferiría olvidar. Las palabras me golpearon como un puñetazo en el estómago, pero me negué a dejar que me derribaran.

–No soy un error. Soy tu hijo.

–Eso es lo que dicen los papeles. –Me apuntó. –Pero nunca sabremos cuanto dinero pueden pagar estos cerdos para cambiar los resultados de esos exámenes.

–Claire fue quien lo reconoció, ella supo desde el primer momento que el era Jesse. –Pattie me miro. –Bueno Justin. –Su risa se convirtió en un gruñido de desprecio.

–Por tu culpa casi mataron a Claire. Ustedes fueron los que la secuestraron, quieres aparentar que estas aquí por nosotros, pero solo quieres vigilarla para luego matarla. –Negué. –¿Qué te hace pensar que mereces algo de mí?"

Cada palabra era como un cuchillo en mi corazón, pero me obligué a mantener la calma.

–No estoy aquí para pedirte nada. Solo quería conocerte, pero ahora me arrepiento por completo. –Hubo un destello de duda en sus ojos, pero fue rápidamente reemplazado por un resplandor de desprecio.

–Jeremy, solo estamos aquí para intentar establecer una relación contigo, eres su padre.

–Una relación con él, ¿dices? ¿Y cómo se supone que eso va a funcionar? ¿Crees que puedo olvidar todo lo que has hecho?. –Mi corazón se hundió ante sus palabras, pero me negué a rendirme.

Jesse [+18] | JUSTIN BIEBERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora