t h i r t y

183 12 0
                                    

La casa estaba en silencio, excepto por el leve tic-tac del reloj en la pared. Intenté distraerme viendo las notificaciones en mi teléfono, pero mi mente seguía volviendo a Claire y lo mal que debía sentirse.

Pasaron diez minutos, luego veinte. Empezamos a intercambiar miradas de preocupación, aunque ninguno de los dos quería decirlo en voz alta. Alessa trató de romper el silencio con una conversación trivial, pero ambos sabíamos que estábamos demasiado distraídos para seguirla.

A los treinta minutos, la preocupación se convirtió en nerviosismo palpable. Empecé a caminar de un lado a otro en la sala, mientras Alessa intentaba mantener una fachada de calma, aunque sus ojos también reflejaban la inquietud.

En ese momento, mi teléfono sonó. Ambos nos sobresaltamos. Miré la pantalla y vi el nombre de Christian.

—Es él. —Dije, sintiendo una mezcla de alivio y temor mientras contestaba.

—¿Christian? ¿Todo bien?. —Pregunté con urgencia.

—¡Hijos de puta! ¡Hijos de puta!. —Se escuchan disparos de fondo. Me levanté de golpe y Luca me miro confundido. —¿Hola, Justin? ¿Estás ahí?.

—Sí, sí, estoy aquí Christian. respondí, tratando de mantener la calma mientras sentía un nudo en mi garganta. —¿Estás bien? ¿Dónde están?.

—Estamos en el auto, pero nos están siguiendo. —Su voz temblaba ligeramente. —Hay tres autos detrás de nosotros, están tratando de sacarnos de la carretera.

El corazón me latía con fuerza en el pecho mientras escuchaba las palabras de mi hermano. No podía creer que estuvieran en peligro, no podía imaginar quiénes podrían estar detrás de ellos.

—Tres autos están siguiendo a Christian y Claire. —Alessa soltó un grito ahogado y cubrió su boca. —Llama a tu padre.

—Está bien, está bien. —Las lágrimas comenzaron a caer por sus ojos.

—¿Puedes ver algo que te dé una pista? ¿Algún signo distintivo en los autos?. —Hubo un momento de silencio tenso antes de que mi hermano respondiera.

—No, nada. Son autos oscuros, no puedo ver las placas ni nada.

—Intenta mantener la calma, intentaré rastrear tu ubicación. Solo...Solo mantente a salvo. —Un disparo hizo que todo quedara en silencio. Puse la llamada en altavoz y Alessa me miro.

—¡Woooohooo! ¡Eso es Claire! Justin no vas a creerlo le acaba de dar a un cabrón en el centro de la cabeza. Estoy lejos de ustedes, tienes que cuidar de Alessa.

—Vamos en camino.

—Papá están siguiendo a Christian y Claire, Justin está intentando rastrearlos, necesitamos ayuda...Estamos en casa, ellos se fueron de compras y nosotros nos quedamos...

Antes de que pudiera decir algo más, un estruendo resonó a través del teléfono, seguido de un silencio repentino. Mis dedos se apretaron con fuerza alrededor del teléfono, mi mente luchaba por comprender lo que acababa de escuchar.

—¿Christian? ¿Estás ahí?. —Llamé, pero no hubo respuesta, la línea estaba muerta. —No, no, no, no, Christian.

Alessa soltó un grito desgarrador y comenzó a llorar, sus manos temblando mientras se llevaba las manos al rostro.

—¡Dios mío, no! —sollozaba Alessa, su cuerpo temblando de angustia.

El terror se apoderó de mí mientras mi mente corría salvajemente, imaginando lo peor. Desesperado por obtener respuestas, marqué el número de mi hermano una y otra vez, pero ninguna llamada fue respondida.

Jesse [+18] | JUSTIN BIEBERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora