f i f h t e e n

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–Jefe, está seguro de que quiere que cerremos el VIP.

–Te dije que no digas jefe Matteo, somos como hermanos. –Lo mire. –Eres amigo de Christian ¿Verdad?. –Asintió. –Entonces trabajaste con él, supongo que recuerdas como nos gusta trabajar.

–Creo que nos serviría de mucho si vendiéramos entradas para el VIP, las entradas generales ya se nos agotaron, tu amigo Chaz hizo un buen negocio con los afiches de reapertura, creo que tiene un buen manejo de las redes sociales.

–No quiero meter a Chaz en toda esta mierda.

–Mientras el siga manejando todo desde afuera, no estará dentro del trabajo del club.

–El VIP se mantendrá cerrado esta noche porque solo quiero a mis amigos ahí, nos dará más prestigio ¿Quiénes son los idiotas que están ahí arriba?. –Levante mis manos. –Nosotros. –Mi teléfono comenzó a sonar. –Bien, me largo de aquí, nos vemos en la noche.

–Pero jefe. –Lo mire y tomo aire. –Justin no puedes irte, no creo que estos idiotas me escuchen si no estás aquí.

–Te escucharán Luca. –Di palmadas en sus hombros. –Escucha mi familia no sabe que soy el puto dueño de un club.

–¿Por qué no les dices que conseguiste trabajo?

–Lo intentare mañana, tengo que pasar tiempo con mi novia. –Susurre. –Si tienes problemas con los imbéciles, diles que luego se las arreglaran conmigo, cuando no estoy tu eres el jefe.

–Gracias por confiar en mí. –Tomé las llaves del auto y conduje hasta el centro en donde hacia su terapia. Cuando me detuve fuera con mi auto "nuevo" se quedó congelada. La misma reacción que había tenido mama. Luego de eso había tenido un increíble sermón de que no debía robar cosas, era mi puto auto, no era robado.

–¿Qué demonios?. –Chillo y se subió al auto. –¿Cuánto dinero tenías ahorrado?:

–Es mi auto antiguo, James me lo trajo. –Ella sonrió y me beso.

–Lexie me dio el dinero para la entrada del club.

–Quédatelo o devuélveselo a Lexie, no me interesa. –Tome aire. –Además no deberías invitarla.

–¿Por qué?.

–No me agrada.

–Ni siquiera la conoces Justin. –Levanté mis hombros. –¿Ryan y Chaz irán con nosotros?.

–Si, irán con nosotros.

–Es el club en donde nos vimos por primera vez ¿Verdad?.

–Tu no me viste a mí.

–¿Crees que fue amor a primera vista? Yo no lo creo luego no me reconociste.

–¿Cuándo?.

–Cuando estábamos en la mansión.

–Estaba drogado ese día, probablemente no recuerde nada.

No estaba drogado, recordaba cada momento desde que viajamos desde Stratford a Vancouver, con Bob, Adam y Alex sonriendo como unos putos triunfadores, mientras yo me había ganado una paliza por no vender todas las drogas que tenía en el club, no era mi culpa que todos fueran unos pueblerinos idiotas que no fumaban.

**

–¡Somos la puta mierda!. –Alex grito y aplaudió. –¡Woooooow! ¡Wow!. –Saco su cabeza por la ventana.

–Deberías controlar la cocaína que este imbécil se mete. –Adam paso su mano por su mentón.

–Se derritió el puto hielo. –Solté la bolsa y Bob me entrego una lata de cerveza. –Gracias. –La apegue a mi mejilla. Acababa de ganarme la paliza del siglo solo por haber perdido cincuenta dólares. Cincuenta que de seguro Alex acababa de meterse por la nariz.

Jesse [+18] | JUSTIN BIEBERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora