t w e n t y - s e v e n

199 15 2
                                    

El sol se estaba poniendo, pintando el cielo de tonos anaranjados y rosas mientras navegábamos. El agua reflejaba los colores del atardecer, creando un escenario perfecto para lo que tenía planeado.

Claire y yo habíamos pasado el día disfrutando de la tranquilidad, riendo y compartiendo historias, pero sabía que este momento sería especial.

Me volví hacia Claire, que estaba apoyada en la barandilla, mirando el horizonte. Su cabello ondeaba suavemente con la brisa y su perfil contra la luz del atardecer era simplemente perfecto. Me acerqué, mi corazón latiendo con fuerza, y ella se giró hacia mí con una sonrisa curiosa.

—Tengo algo para ti, Claire —dije, sacando una pequeña caja de terciopelo del bolsillo de mi chaqueta.

Sus ojos se iluminaron con una mezcla de sorpresa y expectación. Abrió la boca para preguntar, pero en lugar de responder, abrí la caja y revelé el collar de oro con mi nombre grabado en él. La miré a los ojos, buscando una señal de lo que sentía.

—Justin, es precioso, pero... —empezó a decir.

—Cuando nos conocimos te arranqué un collar.

Ella me miró sonriendo cuando vio que saqué el collar que Pattie me había entregado hace un par de años. Hasta ahora, había estado guardado entre mis cosas esperando para ser usado.

Mientras lo sostenía en mis manos, el colgante relucía a la luz del sol, y pude ver el reconocimiento y la felicidad en los ojos de Claire. Ella sabía lo que significaba para mí, y el hecho de que finalmente lo estuviera usando parecía hacerla aún más feliz.

Era como si el collar no solo representara mi conexión con Pattie, sino también la profundidad de los sentimientos y recuerdos compartidos que ahora incluían a Claire.

Claire se acercó y, con una sonrisa que irradiaba calidez y comprensión, tocó suavemente el colgante. Sus ojos se encontraron con los míos, y en ese momento supe que entendía completamente lo que este gesto significaba.

—Finalmente lo usas. —dijo Claire, su voz llena de afecto y admiración. —Pensé que te habías desecho de él.

—Por alguna loca razón lo guarde.

—¿Pattie sabe que tu lo tienes?. —Asentí. —¿Ella te vio usarlo?.

—No. —Sonreí. —Claire, mi regalo es eso que tienes en tus manos.

—Esperaba a que fuera un anillo. —Pasé mi mano por mi cara y solté una risita.

—Estas matándome Claire. —Me abrazó y beso mi mejilla.

—Te amo.

—Debo admitir que me gusto verte con este collar puesto. —Acaricie su mejilla suavemente. —Pero me encantaría verte con mi nombre en tu cuello. Es como si llevaras una parte de mí contigo, siempre.

Vi cómo sus ojos se llenaban de emoción, y su expresión se suavizaba.

—¿Me ayudas?. —Asentí. Movió su cabello hacia un lado y luego se dio una vuelta.

Tomé el collar y, con cuidado, lo puse alrededor de su cuello. Sentí su piel cálida bajo mis dedos mientras cerraba el broche. El metal frío pronto se calentó al contacto con su piel, y el colgante descansó justo sobre su clavícula.

—Es hermoso —susurró Claire, levantando una mano para tocar el colgante. Sus dedos rozaron el grabado, y pude ver que significaba mucho para ella.

—No hay nada más hermoso que tú llevándolo —dije, inclinándome para besarla suavemente. Nuestros labios se encontraron en un beso que era al mismo tiempo suave y lleno de promesas.

Nos quedamos así, abrazados mientras el sol se ocultaba detrás del horizonte. El yate se mecía suavemente con el movimiento del agua, y todo parecía perfecto, como si el mundo entero hubiera conspirado para crear este momento solo para nosotros.

—Siempre he querido que sepas cuánto significas para mí, Claire, —dije en voz baja mientras nos separábamos lo justo para mirarnos a los ojos. —Este collar es solo un símbolo de eso. Eres mi todo.

Vi cómo sus ojos se llenaban de lágrimas, pero eran lágrimas de felicidad. Sabía que nuestro amor no era perfecto, que habíamos tenido nuestras dificultades y desafíos, pero en ese momento, todo parecía valer la pena.

—Gracias, Justin. —Su voz se quebró ligeramente mientras hablaba. —Significa mucho para mí.

—Te amo. —Di un beso en la curvatura de su cuello. —No imaginas cuánto.

Nos quedamos en silencio, disfrutando de la tranquilidad del momento, del peso reconfortante del collar nuevo alrededor de su cuello, y del amor que sentíamos el uno por el otro. La vida podía ser complicada y desafiante, pero mientras estuviéramos juntos, sabía que podríamos superar cualquier cosa.

El sol finalmente desapareció, y las estrellas comenzaron a brillar en el cielo oscuro. Nos quedamos un poco más, abrazados bajo las estrellas en la cubierta del yate, el nombre "Justin" sobre su pecho, recordándome que siempre llevaría una parte de mí con ella, sin importar lo que el futuro nos deparara.

Jesse [+18] | JUSTIN BIEBERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora