Jesse [+18] | JUSTIN BIEBER

t w e n t y - t h r e e

Hoy es el día de la boda de Christian. Mientras me preparo para acompañarlo en este gran paso, no puedo evitar sentir una mezcla de felicidad y tristeza. Estoy increíblemente feliz por ellos, pero también hay una parte de mí que recuerda como ese niño pequeño llego a casa asustado.

No he visto a Claire en todo el día. Desde temprano en la mañana, ha estado ocupada ayudando a Alessa a prepararse. Sé lo importante que es este día para ella también. Alessa es como una hermana para ella, y puedo imaginar la emoción y el ajetreo que deben estar sintiendo mientras se preparan para la ceremonia.

Christian, en cambio, ha estado sorprendentemente tranquilo. Nos hemos pasado la mañana riendo, recordando anécdotas y tratando de mantener la calma. Sin embargo, ahora, mientras el reloj avanza inexorablemente hacia la hora de la ceremonia, noto en él un brillo especial en los ojos, una mezcla de nerviosismo y felicidad que nunca antes había visto.

–Estás haciendo mal el nudo de la corbata.

–Mis manos están temblando. –Susurró.

–Aun podemos escapar si quieres. –Bromeé. –Tenemos una cabaña cerca de la playa, nos escondemos ahí por un par de horas y luego volamos a Francia.

–¿Crees que realmente deba hacerlo?

–Christian, estaba bromeando.

–Lo sé. Pero nosotros hicimos un pacto. –Rodé los ojos. –En nuestro mundo, no podemos confiar en nadie más que en nosotros mismos. Un mal matrimonio podría destruir nuestras vidas. No creo que quiera tener hijos.

–Por supuesto que querrás tener hijos Christian. –Di palmadas en su espalda. –Cuando prometimos eso no teníamos ni idea de lo que era el amor, ahora no creo que pueda pasar un día sin Claire y no creo que tu puedas pasar otro día sin Alessa. No sabes lo que se siente saber que serás padre.

–No creo que pueda hacerlo después de lo que le paso Claire, no podría soportar ver a Alessa...No creo que pueda.

–Eso no pasará. –Lo tomé de la nuca. –Me aseguraré de eso, te lo prometí cuando nos convertimos en hermanos, te protegeré con mi vida, eso incluye a tu familia.

–Hermanos por siempre.

–Hermanos por siempre. –Suspiré. –Christian.

–¿Sí?.

–Cuando los policías me estaban interrogando, me mostraron una foto de cuando desapareciste. –Su mandíbula se tensó. –Tenías cuatro años, tu nombre nunca cambio, cuando trabajaba en el club investigue un poco y...

–No quiero saber de ello, no es mi vida.

–Creo que mereces saber quiénes eran tus padres.

–¿Para qué? No quiero ir con ellos y luego volver a Italia por que quieren matarme. Todo está perfecto, mi única familia eres tú, no necesito a nadie más.

–Solo quería que lo supieras. –Le digo mientras ajusto el nudo.

–Lo sé. Gracias.

–Aun no puedo creer lo elegante que estas, cabrón. –Levanto sus brazos y dio una vuelta.

Nos reímos juntos y empiezo a revisar su atuendo, asegurándome de que todo esté en su lugar. Le ayudo a ponerse el saco y a fijar la flor en su solapa, una rosa blanca que contrasta perfectamente con su traje negro. Mientras lo hago, aprovecho para darle algunas palabras de aliento.

–Estoy orgulloso de ti. –Él me mira, con los ojos brillantes de emoción y luego me abraza..

–Gracias hermano. Gracias por todo. –Susurró. –No sé qué hubiera sido de mi sin ti.