Jesse [+18] | JUSTIN BIEBER

s e v e n

Justin, 26 años. Vancouver, Canadá.

–Cuando veas a su mamá por favor aléjate o actúa como si fueras policía, ella no quiere visitas de los policías, ni siquiera quiere que le tomemos declaraciones.

–Eso será fácil, tengo que ser un arrogante de mierda. –Rodo los ojos. –Justo como tú.

–Estoy intentando contactar a tus padres, pero no tengo idea de cómo voy a decirles que encontré a su hijo que estaba desaparecido desde hace veintidós años. –Tomo aire. –¿Cuál es la probabilidad de que un niño de cuatro años sobreviva más de veinte años?. –Paso su mano por su cara. –Quizás la veas en el hospital.

–¿A quién?.

–Patricia Mallette, tu mamá.

–Mi mamá está en Italia con mi padre.

–¿Padres? ¿Entonces tienes padres?.

–Me adoptaron cuando tenía cuatro años, viví con ellos hasta los ocho, es lo que no le dije a Claire. –Nos detuvimos afuera del hospital.

–Tienes la tobillera, no intentes correr. –Caminamos hasta uno de los ascensores, mi estomago se revolvía, seguía recordando la sangre de Claire en mis manos, pero no se había muerto, no todo el mundo sobrevivía a esas cosas. –Por favor compórtate.

–¿Esta dormida? ¿Qué se supone que le diga? ¿Qué estoy bien?.

–Tenemos menos de cinco minutos. –Abrió la puerta y entre al cuarto, estaba recostada sobre una camilla, conectada a muchos cables y un tubo en su garganta la ayudaba a respirar.

–Claire. –Susurré y me acerque a ella, acaricie su cabello y tome aire. –Claire despierta, soy yo, estoy bien, James es policía, estoy escondido, vas a estar bien, lo prometo. –Di un beso en su frente. –Te amo ¿Sí?. –Le di besos en su mejilla y solté un par de lágrimas. –Dios, detesto verte en esta mierda.

–Justin.

–Tengo que irme, pero volveré a verte, tienes que estar despierta ¿Entendido?. –Le di otro beso en su frente. –Te amo.

–Vamos.

–Adiós, te amo. –Le di otro beso. –Te amo. –Tomé su mano y di un beso en ella. –Adiós. –Retrocedí y metí mis manos en mis bolsillos.

–Eso no fueron cinco minutos.

–Su mamá viene en camino, no puede vernos aquí. –Me gire y tome aire. –Va a despertar, tú lo dijiste ya paso lo peor. –Asentí. –Vamos. –Caminamos por el pasillo, al llegar al ascensor vimos a dos mujeres.

Enseguida pude reconocerlas. Una de ellas era idéntica a Claire, tenía los mismos ojos y la misma nariz. Pero la otra mujer hizo que mi corazón latiera como a mil por minuto, era pequeñita, en los pocos segundos que la vi, pude recordarla, sus hermosos ojos de color azul.

**

–Bubu, despierta.

–Bubu tiene que dormir Jesse. –Mama dio un beso en mi mejilla. –Es un bebe y los bebes tienen que dormir muuuchas horas para poder crecer tanto como tú.

–Es mía. –Di un beso en su mejilla y ella se estiró. –Linda, eres mía, eres mi bebé, mi Claire-bear. –Mama sonrió.

–Debes tener mucho cuidado, porque es pequeña y frágil, tú eres como su hermano mayor, tienes que cuidarla y protegerla.

–Mi bubu. –Ella sonrió. –Tiene una naricita muy pequeña.

–¿Quieres ir a dar un paseo al parque? –Negué. –Vamos a dar un paseo y dejemos descansar a Bubu. –Hice un puchero y tomé la mano de Bubu. –Te compraré un helado.

–Está bien. –Ella soltó una risita y me cargo. –Pero deberíamos comprarle un helado a Bubu.

–Los bebés no pueden comer helado, travieso. –Ella me hizo cosquillas y beso mi mejilla. –Solo pueden beber leche.

–¿Cuándo hablara Bubu?.

–Falta mucho tiempo para eso, cuando tu tengas cinco años ella caminara contigo. –Acaricio mi mejilla y froto su pulgar en mi mejilla, me acurruqué en su mano y sonreí. –¿Quién es el niño de mama?

–¡Soy yo!.

–Te amo Jesse Drew.

–Te amo mamá.

**

–Justin. –Me tambaleé y me sujeté de una de las barandas. –Justin.

Mi cuerpo se contrajo. Sentí aquella taquicardia gélida, a lo lejos, punzándome el corazón y amenazando con estallar. Traté de controlarme, pero me temblaban las manos y tuve que hacer presión sobre una superficie para poder asirme a la realidad

¿Era mi mamá?

–¿Está bien?. –Ella se acercó hacia nosotros y James asintió.

–Tuvo un accidente hace un par de días, aun esta conmocionado. –Mire hacia otro lado. Estaba congelado, no podía moverme teniéndola tan cerca, tenía la piel tensa. Debía tranquilizarme a toda costa, combatir aquellas sensaciones, mantenerlas bajo control. –Justin vamos.

–¿Necesita que llame a una enfermera?

–No muchas gracias, solo necesita un poco de aire.

–Está sangrando.

–Tengo que irme. –Susurré. –Tengo que irme, tengo que irme. –Le di un empujón a James y corrí hasta las escaleras, no quería salir del hospital, quería volver ver a mi Claire antes de volver al hotel, subí hasta la azotea y encendí un cigarrillo. A los segundos apareció James.

–No puedes fumar aquí.

–Paso como una película por mi cabeza. –Tome aire. –Me voy a volver loco si ella no me ayuda a procesar toda esta mierda, necesito a Claire. –Camine de un lado a otro y me arrodille, cubrí mi cabeza y tome aire. –Esa es mi mamá, esa es mi mamá... –Apunte hacia las escaleras. –¿Qué se supone que le diga? Debería bajar y decirle que soy su puto hijo desaparecido.

–No, necesitamos seguir con la investigación hacer un par de pruebas antes de decirle.

–Es hermosa. –Susurre. –Justo como la recordaba. –Me levante y tome aire. –Tú la viste James, es hermosa.

–No creo que quieras escucharme decir que tu mama es hermosa. –Aspiré más del cigarrillo y solté el humo. –Necesitamos tomar las cosas con calma, tengo que entregar un informe con cosas de la organización, si no quieres hablar de Europa, háblame de aquí, necesito saber si seguirán secuestrando mujeres.

–Europa no tiene nada que ver con las mujeres, las armas vienen desde Europa. –El asintió. –Bob se lo ocultaba a los italianos porque con las mujeres y con los niños no se juega, es la primera regla y supongo que la única, Bob la rompió y merecía morir.

–Nos iremos a la estación de policía, mis documentos están ahí. –Dio palmadas en mi espalda. –Mientras más avancemos, antes estarás aquí con ellas.

–Está bien. –Asintió y apague el cigarrillo. –¿Nos vamos ahora?.

–Si ahora, primero pasaremos por emergencias a ver si eso no está infectado.

–Se cerrará. –Susurre. –Soy bueno suturando.

–Si claro, suturaste igual como lo hicieron en su abdomen.

–Eso no lo hice yo, de hecho, lo hizo Tyler, él fue a la escuela de medicina, yo me desmayé antes de que la cortaran. –Lo mire. –Pero si me encargue del disparo de su pierna.

–¿Quién le disparo?.

–Un idiota que intento matarme y ella se cruzó, siempre ha intentado salvar mi trasero y yo nunca he podido salvar el de ella.