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—Jimin —casi susurró, sintiendo un presión en el pecho y la falta de aire al tenerlo tan cerca después de tanto tiempo.

Al parecer no era el único paralizado, pues los ojitos de su ex novio estaban más grandes de lo usual y su boca entreabierta, rogando por aire.

Vió como sus pequeñas manos apretaban la bolsa que tenía, y antes de que pudiera salir corriendo, Yoongi habló.

—Por favor, tranquilízate —dijo con la voz algo frustrada sonando autoritaria, algo que dejó más impactado aún a Jimin ya que pocas veces escuchó a su ex novio hablar con ese tono—, no te haré nada.

—N-no... —su voz se trabó en su garganta, y miró al suelo apenas vió los ojos gatunos de Yoongi mirándolo con asombro, seguro no se esperaba que le respondiera, o quizá fue que volvió a escuchar su voz después de tanto tiempo—... n-no es eso.

Yoongi parpadeó, sintiendo una emoción extraña en su pecho al confirmar que la voz de su ex novio seguía tan suave y dulce como la recordaba— ¿Entonces? —preguntó ahora con más suavidad, haciendo lo posible para no espantar a Jimin.

—No estoy listo para esto —dijo sin dejar de mirar al suelo, se dió la vuelta tan rápido que sin darse cuenta chocó con el chico que estaba guardando sus compras en la bolsa y Jimin botó la suya, los snacks que traía en ella se esparcieron por el piso.

Yoongi rápidamente se agachó y lo ayudó a recoger todo, ignorando ambos al chico que se disculpaba repetidamente por haber chocado con Jimin.

—No es necesario que-

—Me da igual —lo cortó en seco y siguió ayudando a recoger las cosas.

Finalmente las cosas estuvieron de vuelta en la bolsa y ambos se pusieron de pie, Jimin evitando a toda costa hacer contacto visual con Yoongi mientras se volteaba para ver al chico de la caja, esperando que le dijera el total de su compra.

—Jimin... —intentó hablarle nuevamente una vez que Jimin pagó todo y se estaba preparando para irse— ¿Crees que podamos-

—No.

Bueno, eso dejó más que un poco sorprendido a Yoongi, ya que nunca había escuchado al menor hablar de manera tan tajante y hostil, al menos no desde el día en que terminaron. Le dió un pequeño dolor en el pecho tener ese deja vu.

—Sé que quieres hablar —habló Jimin, dándole la espalda para irse—, te entiendo, pero aún no estoy listo, y ahora mismo no quiero hacerlo.

Y se fue.

Yoongi ni siquiera hizo el esfuerzo de seguirlo o detenerlo, por el simple hecho de que se había sentido algo intimidado por la conducta de su ex novio, cosa extrañaba ya que no se intimidaba fácilmente, menos por chicos que parecen bolitas de arroz.

Pero debía respetar la decisión de Jimin, quería verlo bien y hacer cosas en contra de su voluntad no ayudaría en el proceso.

Suspiró sintiendo el sabor amargo en su boca y el dolor en su pecho, dejando las cosas en la caja, ignorando la mirada curiosa del chico que lo atendía que presenció todo.

Yoongi suspiró tomando sus compras y marchándose del lugar con ese feo sentimiento en el pecho.












[...]













Jimin llegó a su casa con el corazón a mil.

Hace tiempo que no tenía un acercamiento así con Yoongi, responderle ni siquiera estaba en sus planes pero no podía ser descortés, por más que su ex se lo mereciera.

Me Extrañas • YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora