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Dafne Romanov

Jamás pensé que una boda más la empresa me tendría tan ocupada.

-¿Pero cómo es eso que te me casa?- entraron mis amigas con la invitación electrónica que habíamos creado Ulises y yo luego de una sección de demostración amorosa

-Si- les sonreí

-¿Pero el anillo?- Claudia señalo mi mano

-Me quedo grande, el menso de mi novio no me midió el dedo nunca- mentí

-¿Algo pasa que no nos quieres decir?- Ashley me miro

-No hubo una propuesta oficial- pause, sentía el nudo de nuevo en mi garganta

-Mi papá está enfermo y solo quiero que tengamos una boda con él, y tener ese recuerdo en conjunto- unas lágrimas se me escaparon

Ellas llegaron a mi lado para abrazarme mientras varios sollozos se me escapaban

No era fácil pensar que mi padre podría dejarme, además quién piensa eso.

Siempre soñé que mis padres me durarían toda la vida, pero ahora sé que la vida puede ser muy frágil y cualquiera puede irse en cualquier momento.

-No estoy lista para despedirme de él- solloce con dolor

-No te despedirás de él, cualquier cosa que él tenga sé que ustedes son fuertes y lo podrán sobre pasar- susurro Claudia

Tenerlas en mi vida había sido la bendición más grande de mi vida.

-Exacto- secundo Ashley

-Son todo lo que necesito en esta vida-las mire sonriendo

Realmente estaba agradecía con la vida por haberlas conocido.

-¿Le pedirás a tu padre mudarse acá?-

-No se- fui honesta

Jamás había pensado en esa opción.

-Claramente allá ellos tienen su casa salda y acá es iniciar de cero-

-Tú lograste iniciar desde cero, porque no crees que ellos puedan- subí mis hombros hacia Ashley

-Ahora mismo lo menos que necesitan son deudas, yo prefiero viajar cada vez que me necesiten y estar ahí para ellos-

-Ahí tienes razón- Claudia se separó de mi

Hablamos un poco más de nuestros padres.

Era lindo saber cómo eran ellas con sus familiares y lo grande que podía ser.

-¿Me perdí de una reunión?- entro mi novio a la oficina

-Casi- lo mire sonriendo

-Como esta mi reina- él se acercó a mi para besarme

-Bien, tratando de armar la boda con mis dos damas de honor- él hizo que me levantara para sentarse en mi silla y sentarme sobre él

-¿Qué opinan de nuestra boda?- él las miro

-Después que nuestra amiga este feliz apoyamos lo que sea- ellas sonrieron

-Bueno, pues hoy les conseguí una cita en una boutique de prestigio- negué rápidamente

-No, soy diseñadora y los vestidos de mis amigas los creare yo- mencione

-Bueno entonces cancelo la cita- sentí como el apretaba mi cadera

-Chicas nos dejan solos, tenemos unos puntos que tocar en privado- ellas asintieron para salir

Me gire un poco para mirarlo.

Romanov | Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora