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Dafne Romanov

Me había entregado a la locura de él.

-Me tienes adicto a tu cuerpo- sentí como besaba mi hombro

-No estuvo bien- gire para verlo

Los dos seguiamos desnudos, pero tapados con su sabana

El enredo nuestros pies evitando que me separara a él

-Lo que hicimos estuvo más que bien Dafne- el acaricio con cuidado mi mejilla

Negué arrependida

-Eres mi jefe que se casara- tape mi rostro

Me sentía fatal.

-Los dos queríamos que esto pasará y yo si que no me arrepiendo de nada de lo que te hice. Incluso si por mi fuera te estaría haciedno el amor de nuevo, pero se que debes estar cansada-

-Dios- me sentía avergonzada

-Solo descansa y hablaremos bien mañana, ahora solo pienso con lo de alla abajo- asentí para darle la espalda e intentar dormir

Había decidido seguir mi instintio sexual con él, pero no me sentía satisfecha, se que no quería que esto fuera de una sola noche.

***

Me levante sintiendo pequeñas caricias en mi rostro.

-Tranquila, solo coloco la pomada- asentí sin abrir mis ojos

-¿Quieres desayunar juntos?- abrí mis ojos y lo mire cerca de mi

-¿No vas a trabajar?- él negó riendo

-Ayer envie un mensaje diciendo que salimos en un viaje de emergencia, Mario solo sabe la verdad-

Me senté en la cama y note como él miraba mi desnudez.

-¿Una camisa?- el asintió para sacar una de sus camisa

-Solo quiero cumplir mi deseo de verte con mi camisa luego de que te hice mía-

-Pues me la debía colocar ayer- me tape con la sabana para ir al baño

Me lave la boca e iria a bañarme.

-Podemos cumplirlo ahora- el estaba a medio de desnudarse

-Porque no- entre a la ducha y lo mire

Lo se, no es la mejor opción, pero que puedo hacer cuando no se a donde todo esto me terminara.

Por ahora solo disfrutare del momento.

El me pego contra la pared del baño para una vez más insertar su miembro en mi interior.

-Eres mía, me perteneces- negué para besar sus labios

-Te pertenecere cuando me hagas tu esposa, por ahora esto es una aventura para los dos- lo bese

-Que seas mi esposa es mi mayor deseo- sentí como beso mi cuello

Sonreí de solo imaginar que lleguemos a ese punto.

El orgasmo no se hizo esperar para terminar abrazados bajo el agua.

-Jamás me había gustado bañarme dos veces en la mañana- me reí mientras el me ayudaba a lavar mi cabello

Una vez terminamos con nuestro momento corto salimos de la ducha.

Al mirarme en el espejo mi cuello tenía pequeños chupones igual que diferentes parte de mi cuerpo, eso hacia que me olvidara del moretones que se me había formado en mi mejilla.

Romanov | Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora