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Ulises D'Amico

Recién había llegado mi vuelo y solo podía decir que había sido el peor de mi vida hasta ahora.

Espere a unos minutos a que las personas que tenían una prisa que no me explicará bajara del avión.

Al salir todo estaba un poco mas tranquilo.

-Gracias- le agradecí a la asistente de vuelo cuando la vi al final

Camine hacía las afueras del aeropuerto.

Era hermoso cuando te vas porque caminas según el flujo del aeropuerto, pero cuando eres la persona que llegas y necesitas salir, pareces un salmón nadando contra la corriente.

Al salir del aeropuerto busque a la madre de mi futura esposa.

-¡Ulises!- mire hacía la dirección donde se había escuchado

Vi a mi suegra dando pequeños saltos.

-Hola- camine hacia ella con una sonrisa

Rápidamente me abrazo mientras daba pequeños golpes suaves en mi espalda.

-¿Mi hija?- miro detrás de mi

-Se quedo en la cuidad trabajando- ella asintió un poco triste para ir juntos a su auto

-¿Cómo esta Esteban?- subí mi maleta a su maletero

Ella se quedo callada.

-¿Te miento o te digo la verdad?-

-La verdad- los dos nos subimos al auto para hablar un poco más en privado

Ella inicio a conducir muy callada.

No se cuantos minutos fueron que estuvimos así.

-El doctor no nos dio muy buenas noticias- pauso mientras veía como unas lagrimas se le escapaban

-Esta en la etapa primero que la final, no se cuanto necesita para lo ultimo, pero el doctor no nos dio esperanza- un sollozo de su parte rompió mi alma

Tome su mano tratando de apoyarla.

-Buscaré los mejores doctores para ayudarlo- ella asintió

-¿Por qué no se lo dijeron a Dafne?-

-No queremos preocuparla-

Me quede unos minutos en silencio.

-Hice este viaje así de prisa porque tengo algo que hablar con ustedes y no quería que ella supiera- ella asintió

-¿Cómo esta mi princesa?-

-Muy bien, cada día esta más hermosa- sonreí

-Gracias por cuidarla y por quererla- negué riendo

-Gracias a ustedes por tener una hija tan preciosa y que solo me da amor cada vez que estamos juntos-

-No sabes lo agradecidos que estamos al ver como te quedaste a su lado cuando más te necesito- un sollozo se le volvió a escapar

En minutos llegamos a su casa en donde ella intento ayudarme con mi maleta, pero no la deje.

-Hijo- detrás de mi estaba el padre de Dafne.

No negare que me sorprendí al ver como su cabello tenía pequeñas áreas en donde ya se le notaba su cabeza.

-Esteban- lo abrace como saludo

-¿Cómo has estado hijo?- golpeo mi espalda para ayudarme con mi maleta

-Bien- le sonreí

-¿Cómo ha estado tú?- se quedo en silencio unos minutos

Romanov | Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora