Las esporas rojas se movieron hacia Yannel y le marcaron cinco lunas menguantes en el cuello, luego un dolor intenso apareció en el cuello de Yanis y el Dios del Karma volvió a aparecer, miró a Yanis e hizo aparecer una cadena con la que lo ató a Yannel, entonces desapareció junto con la cadena, pero la cadena seguía ahí, solo que ésta ya no se veía.
—¿Para qué sirve esa cadena? —preguntó Camila.
Yanis desvió la mirada—. Para que no se aleje de mí, si ella tiene deseos de abandonarme e intenta huir, la cadena inmoviliza su cuerpo y me avisa dónde está.
Ella lo miró con asco—. Qué acosador...
—Estaba desesperado —respondió al no poder negarlo.
—¿Yannel lo sabe? Acerca de lo que trató de hacer tu hermano.
Yanis negó con la cabeza—. Ella lo amaba sinceramente, aunque él la tratara de la mierda y todo, ella estaba de verdad enamorada de él, ella hizo todo lo posible por conservar una buena imagen de él, si yo le hubiera dicho la verdad, hubiera sabido la podrida persona que tenía como futuro esposo y yo sé cuán destrozada se hubiera sentido. Yo la amo, por ello, prefiero que piense en mí como un asesino y me odie, a que sufra por saber la verdad acerca de Timoteo.
—... Eres un estúpido.
—Cállate, idiota.
Camila levantó la cabeza para mirar el cielo estrellado—. Ya las había visto en una ocasión, las cuatro estrellas negras que tienes en el dorso de tu mano derecha, a diferencia de las frutas de maldición, estas son oscuras, pero... parecen más como quemaduras.
—Es porque en serio se quemó mi piel, al menos así se sentía. Cuando pongo más de una semilla en alguien, el mismo número de semillas menos una aparecen en mí, del mismo color y en el mismo lugar, supongo que realmente puedo multiplicar el karma de otra persona poniendo más de una semilla, pero nunca lo he intentado, duele demasiado. —Extendió su mano hacia Camila para que ella pudiera apreciar mejor aquellas cuatro estrellas que tenía—. Estas dejaron de doler cuando Timoteo murió.
—¿Eres capaz de poner más de cinco semillas?
Se encogió de hombros—. Quien sabe, cuando pongo cinco el Dios del Karma aparece y me cumple un deseo, casi todos esos deseos fueron matar a la persona a la que le puse las semillas, así que no sé.
—... Hum... ¿y tienes las cuatro semillas por cada cinco que pusiste?
—Sí.
—Entonces tienes 4 perros en la barriga por los 5 que le pusiste al gato.
Yanis se limitó a fulminarla con la mirada, como queriendo advertirle que no dijera o hiciera nada estúpido, pero, aun así, Camila se abalanzó sobre él y trató de quitarle la camisa, aunque él rápidamente la mandó a volar.
—¡Tienes 4 perros en la panza! —dijo ella riendo a carcajadas.
—¡Cállate, mierda! —gritó avergonzado.
Camila continúo riendo por un rato más hasta que se calmó—. ¿Y qué hay de las lunas de Yannel? Siempre estás todo tapado, incluso en verano, nunca te he visto el cuello.
—... Las tengo también, cuatro lunas menguantes en mi cuello. —Se bajó el cuello de su suéter hasta que su cuello quedó al descubierto—. Son blancas todavía, eso es porque Yannel sigue vida.
—... ¿Te duelen?
—¿Por qué crees que me la paso irritado todo el día? —Sonrió levemente—. A veces me duelen tanto que me cuesta mantenerme consciente, el dolor siempre está presente en cada segundo de mi miserable vida para recordarme que Yannel no está conmigo porque quiere.
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La eternidad en un mar de estrellas.
General FictionLa historia era antes conocida como: Un Camino Construido Sobre Ruinas En El Tiempo. En un mundo en el que tras el encuentro de una mujer con un Dios comenzaron a nacer personas con habilidades sobrehumanas, Massiel Eisenhide muere en la compañía de...