Cap. 44: ¡Por nuestra amistad!

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Aunque... alejarte de Johan sin saber bien por qué, era un poco molesto, trataste de hacer que Eitan soltara lo que sabía, porque era obvio que él sabía cosas, intentaste que hablara un montón de veces, y entonces él comenzó a evitarte, supusiste que le ponía nervioso hablar de ello cerca de la escuela, así que lo citaste un día libre de clases para obligarlo a hablar.

—Hey, ¿a dónde vamos? —te preguntó Eitan.

—Cállate, o te romperé los dientes —mascullaste y le chasqueaste la lengua.

Él te miró con fastidio.

Te detuviste cuando sentiste que ya estaban lejos de otras miradas y te giraste hacia él para quedar frente a frente—. No tengo energía para tener una larga conversación contigo, así que sólo responde lo que te vaya a preguntar.

—¿Eso no dependerá de las peguntas?

—Que te calles —gruñiste usando la misma cara amenazante que solía poner Yanis—. A veces actúas como si fueras a decirme toda la historia... pero siempre te detienes a la mitad... ¿es una puta broma? Si así es como ibas a actuar, ¿por qué me ofreciste tu ayuda desde el principio? ¿Te parece divertido? ¿Sabes lo mucho que eso me molesta? Aquí no hay nadie, así que cuéntamelo todo.

Él negó con la cabeza—. ¿En qué ayudaría si supieras todo?

—¡Aún sigo sintiendo la mirada espeluznante de Grisha! No sé lo que esa maldita psicópata está planeando... ¿no debería estar preparada al menos?

—¡Ya te lo dije, todo lo que tienes que hacer es alejarte de Johan! Lo que quiero es no tener nada que ver con esa psicópata, al igual que tú, ¿qué diferencia habría si supieras la relación que tengo con ellos?

Apretaste los dientes—. ¿Entonces por qué actuaste como si me lo fueras a decir? ¡Me haces sentir más ansiosa y como si te diera lástima!

—¿¡Por qué tendría que explicarte mi vida personal!? ¡Dijiste que no querías tener algo que ver con ella y ya te di la solución, ¿no es así?! ¿Por qué eres tan fastidiosa? Es por eso que no tienes amigos. —Se cubrió la boca tras decir lo último.

Empujaste a Eitan para que cayera al suelo y luego de sentarte sobre él, lo sujetaste del cuello de la camisa—. ¡Oye, maldito estúpido! ¡Ya me hartaste! ¡Te golpearé hasta quebrarte cada puto hueso! ¡Pedazo de mierda, ¿quieres morir?! ¿¡Acaso te cosieron la boca!? ¿¡Por qué no me dices las cosas una buena vez?! ¡Maldito imbécil! ¡Eres un...! —Escuchaste el sonido de algo caer y miraste en esa dirección.

Y ahí estaba, Johan los miraba con sorpresa, más bien, te miraba con sorpresa... y ¿miedo? Tal vez. Todos estuvieron un momento sin moverse en completo silencio, hasta que Johan se dio media vuelta y se fue.

Eitan te quitó de encima de él y te miró de reojo—... ¿Por qué pareces deprimida? Seguro ahora no estará interesado en ti... ¿no era eso lo que querías? Dijiste que él no te importaba, entonces, ¿qué es lo que tanto te preocupa?

—... Pensé que él sería diferente al resto —susurraste.

—¿Qué?

Agachaste la cabeza—. Pero después de ver su reacción, se veía igual a los demás imbéciles que hablan mierda a mis espaldas, esos hijos de puta que parecen orinarse los pantalones cada vez que camino cerca de ellos. Realmente pensé que él sería diferente. Cuando mostré mis verdaderas emociones frente a ti, estaba preocupada, pero después de ver que me tratas normal, pensé que los demás harían lo mismo. A nadie le importa quién soy, todo lo que hacen es juzgarme y decepcionarse de lo que ven.

Eitan puso los ojos en blanco y luego suspiró—. ¿Por qué te importa tanto sobre cómo te ven los demás? Sólo ignóralos, te estás estresando porque te importa demasiado lo que los demás piensan. Si yo fuera tú, sólo los apartaría de mi vida.

La eternidad en un mar de estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora