Extra 3: Tiempo sin vernos, Massiel.

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(Universo 2, E10, 78 años desde el nacimiento de los hijos de Junuem)

—Tiempo sin vernos, Massiel. —Román se puso en cuclillas y colocó suavemente un ramo de rosas sobre la tumba de su hermano—. ¿Te gustan la rosas...? En realidad, ni siquiera sé qué es lo que te gustaba, lo siento si no son de tu agrado. Hace unos días, a mi mamá se le salió decir que un amigo tuyo la había ido a verla hace dos años, y apenas me vengo enterando que llevas tres años muerto, no sé el nombre de tu amigo, pero me habría gustado verlo para hablar con él sobre ti.

» Siempre me he lamentado haber sido incapaz de oponerme a nuestros padres para defenderte, siempre quise convivir contigo como lo hacían los hermanos normales, y no es que me excuse, pero tenía la sensación de que me odiabas y eso me hizo más difícil acercarme a ti, porque creí, no, todavía creo, que tenías razones de sobra para odiarme. De verdad lo siento, lo siento por todo. Me pregunto si alguna vez llegaste a pensar que yo te odiaba a ti, si es así, lo lamento aún más, porque entonces con más razón debí esforzarme por ponerme de tu lado, o al menos darte una señal de que en realidad yo te quería mucho.

» Hey... ¿recuerdas que mis ojos podían ver luces de colores alrededor de la gente? Ya no lo hacen más, al igual que le ocurrió a nuestro padre cuando nací, ahora hay una preciosa niña con ojos violetas que me ha quitado esa habilidad, su nombre es Catalina, apenas tiene dos meses, pero siento que ya se ha vuelto el centro de mi universo. Por cierto, nuestro primo Ignacio también contrajo matrimonio, creo que el nombre de su esposa en Vanesa... sí, creo que es ese, y también tiene un hijo, él ya tiene un año, y su nombre es Esteban, espero que él y Cata se lleven muy bien en el futuro.

» Uhm —, hizo una torpe sonrisa mientras se rascaba la cabeza—... no sé qué más decirte, de verdad creo que no tenemos muchas cosas de qué hablar... ¡Ah, cierto! ¿Recuerdas el día que escapaste de casa? Me pareció tan genial cuando tu amigo atravesó la ventana y luego te fuiste volando con él, pero sin duda a quien jamás podría olvidar, es a la chica que les gritó a nuestros padres. Luego de que te fueras con tu amigo, ella me dijo que tu felicidad estaba afuera de aquella casa, y que, si de verdad te tenía algo de cariño, debía de hacer lo que estuviera a mi alcance para evitar que nuestros padres fueran en tu búsqueda y te arrastraran de regreso, luego me guiñó un ojo cuando acepté hacerlo y se esfumó... ella era muy guapa, creo que fue mi primer amor.

» En fin, amenacé a nuestros padres un par de veces con irme yo también de la casa y desobedecerlos con varias cosas, y creo que al final jamás te buscaron... espero que aquella chica tuviera razón y tú fuera feliz fuera de nuestras vidas. —Se enderezó y le dedicó una sonrisa a la tumba—. Rezaré porque seas feliz en cualquier lugar en el que estés, también espero que te hayan llegado mis palabras, y que si es posible pueda conseguir tu perdón. Adiós, hermano.

La eternidad en un mar de estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora