La Lujuria De Krampus [ C.D.L #1 ]

I. Reno De Nariz Roja.

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RODOLFO

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Los renos somos conocidos por llevar el trineo de Santa, aunque es lo que creen en Edalin.

Llevar astas y orejas igual de pequeñas comparadas a la de los demás, puede ser la burla incluso por tener la punta de la nariz enrojecida. Abandonado desde los cinco, encontrado por el padre de Zaith. Multimillonario y heredero del título Santa Claus, rey de Navidad. Saint, nuestro Santa, recién fallecido. 

La vida de los renos híbridos es el infierno en Northcity Pole, pocos terminan yéndose de la ciudad y la mayoría terminan en trabajos poco justos. Estar al lado de Saint es tener mayor probabilidades de tener puestos asegurados, que no te dejen muerto de sueño o de hambre. Así gane el odio de los que trabajaban en la fabrica. Para el hijo de Saint, yo soy la oveja negra.

Más miedo le tengo a salir de lo que Saint construyó como visión de lo que es Northcitiy, que el maltrato de Zaith.

—Fuera de estas paredes, los que son como tú, son tratados como animales por personas malas —decía Saint, mientras yo estaba en su regazo. Estábamos en Jarden Gnom. Jardín de una pequeña isla, cercas de la ciudad, con gnomos de piedra de tres metros.

La mayoría de piedra con sombreros de pico y pantalones con correa a los hombros. Parecidos a los humanos normales, a excepción de las orejas cuadradas y narices regordetas. Todos de cuerpo esbelto, un poco parecidos al mío.

—¿No les gustan las astas? —pregunte, tocando las mías.

—Tal vez. Debes tener cuidado y no salir de la fabrica. Hacen cosas horribles con los renos, cosas que no podría decirte.

—¿Por qué?

—Eres un niño. Te falta mucho por crecer. Tal vez, ya cuando seas mayor como yo, salgas al mundo. Uno para los híbridos como tú.

Saint era precavido con lo que yo conociera, a diferencia de Zaith. Él siempre me ha tenido odio, por no tener responsabilidades y tener la atención de su padre. Podría asegurar, que me mandaría a morir. Lo haría, ahora que su padre ha muerto. 

Lo encontraron en la oficina tirado en la alfombra. La investigación condujo a la policía, a un posible asesinato y lo raro de ello, es que nada más renos y elfos entran a la fábrica. Ni un demonio, como Krampus. Aquél que es confiscado de los bienes de los Claus, en una mansión regalada por pena, y a veces, dejado andar como un híbrido como yo.

Desde que se creó el festejo de los 30, a la mayoría le da igual lo peligroso que pueda ser. Mientras un rey Claus haya, Krampus no puede hacerle mal a nadie.