La Lujuria De Krampus [ C.D.L #1 ]

9. Lagrimas De Nieve.

RODOLFO

❄

Doy fin a mi caminata por el extenso camino recto, girando a la izquierda a un balcón con una vista abierta al jardín, cada ventanal se va dividiendo por verticales hasta la escultura de un pelicano sujetando un pez con el pico. 

Cuando deje a Krampus en su cuarto, baje a la biblioteca. La señora Winter dijo que es mi decisión irme o quedarme.

En una opción tengo muerte asegurada por Zaith. En la segunda opción se encuentra Krampus, y es cumplir con la parte de mi trabajo. Zaith podría perdonar mi "traición".

Escucho la habitación de Krampus abrir y cerrarse. Salgo a las afueras del balcón, arrodillándome al barandal, por si él llega a cruzar por el pasillo. Quitándome los aparatos auditivos de las orejas, cierro los ojos, concentrado en el sonido dentro del pasillo y ignorando las olas friolentas del viento.

Vuelvo abrirlos.

Observo los aparatos en las palmas. El regalo que él me dio.

Hay confianza que quiero negarme aceptar. ¿Será que quiero perdonarlo por esa vez que me salvó de morir congelado? 

Puede que sí. Aunque, la emoción que me llena al tenerlo, me hace feliz. Me alegra poder acercarme a él, y que, no me odie. Ni me insulte. Es horrible que lo tenga que olvidar, porque, fuera del amorío que siento por su gentileza, Santa Claus es prioridad.

Vuelvo a colocar los aparatos en las orejas.  El suelto hilo de mi manga se enrolla en la abertura de un cascabel, jalándola cuando me reincorporo. 

—Hazlo cuando corras peligro —me asusta Krampus.

Llegó rápido.

—¿Para qué? Te apareces cuando menos te llaman —digo, encogido de hombros.

—Es cierto. Cierto.

—Sí, es cierto —le doy un leve empujón .

Recargo los codos sobre el barandal.

—Estamos aquí por mi hermano. Me olvida por años y se aparece en el noticiero. Muerto. —se queja.

—¿Y  te molesta que no haya ido a tus cumpleaños?   —bromeo.

—No.

Antes de responder, separo los labios.

—Este drama que hizo hasta en la tumba. Enterrado en el jardín de los gnomos. Con esa estúpida estatua de honor. —arquea las cejas, avanzando hacia delante—. Yo sé de la mierda que Zaith puede decir al mundo. Jugar con Jingersix. Jugar conmigo y Northcity, como juguetes de la fábrica.